
Manuel Blahnik Rodríguez
En el pasado mes de noviembre y con motivo de la celebración del 30 aniversario del Consejo de la Juventud tuve la oportunidad de conocer a Luis Alvarado Martínez. Otro gran desconocido fruto de dos características que tenemos los canarios:
1.- Desconocemos lo bueno que tenemos.
2.- Nos preocupa más lo de los demás.
Luis Alvarado es canario y Presidente para Europa de AEGEE (Association des Etats Généraux des Etudiants de l’Europe / European Students’ Forum) que es una organización estudiantil que promueve la cooperación, comunicación e integración entre los jóvenes en Europa. Actualmente, tiene 13.000 miembros en cerca de 200 ciudades universitarias en 40 países europeos, lo que la hace ser la mayor asociación de estudiantes interdisciplinar en Europa.
Una vez por casualidad descubrimos que en el equipo de Hilary Clinton y posteriormente en la exitosa campaña de Barack Obama había otro canario llamado Juan Verde. Por una serie de Hollywood supimos que a la protagonista le flipaba unos zapatos que diseñaba un palmero llamado Manolo Blahnik (Manuel Blahnik Rodríguez). En mi nueva residencia en Madrid me cuesta mucho que acepten que el general O’Donnell con una de las principales calles de la capital, es tinerfeño. Otro destacado militar, político y diplomático canario como Nicolás Estébanez ni lo conocen, ni calle siquiera. Al único presidente canario de la Republica española, Juan Negrín, ahora empiezan a conocerlo, no reconocerlo y con bastante tergiversación. Sigo discutiendo en estas tierras que quien promovió la desaparición de la Inquisición en España fue un cura gomero que durante un tiempo fue contertulio con Benjamín Franklin en Filadelfia (USA) y diputado constituyente en las Cortes de Cádiz 1812, Juan Ruíz de Padrón. Ya dejo por vencido el intento de que se reconozca como lagunero al Padre Anchieta, quien hasta los brasileños considera de origen portugués.
Para los madrileños el centro comercial La Vaguada les parece una bonita obra de original diseño, muy pocos o casi nadie sabe que es obra del lanzaroteño César Manrique. La ingeniería española no se entiende sin el portuense Agustín de Betancourt, aunque en Madrid no sepan que es canario y le suena a francés.
Podemos seguir hasta el infinito para seguir confirmando dos cosas:
1.- Somos incapaces de promocionar esa moda actual de la marca #Canarias, en base a la numerosa cantidad de isleños que han dejado su impronta en el mundo a lo largo de nuestra historia reciente de los últimos 600 años.
2.- Estamos fracasando en la importante labor de divulgar nuestros valores, reflejados en los méritos y esfuerzos realizados por nuestros compatriotas a lo largo de la historia, entre nuestros niños y jóvenes canarios para que ante la actual situación de falta de ilusión y esperanza dejen de creer que ser canario es un “subproducto humano ultra periférico y subvencionable” sino una de las mayores oportunidades que Europa, América y África han tenido para su progreso. En cada uno de estos continentes hemos dejado huella y hay claras señales del paso de los canarios por ellos.
Nunca podremos sentirnos más orgullosos de ser isleños sino cuando miremos las manos rajadas del tiempo y descubramos que sólo con esfuerzo, sacrificio y trabajo nuestros abuelos supieron superar la eterna adversidad de haber nacido en unas islas pobres y olvidadas.