Podemos vivir sin poesía incluso sin literatura. Pero es casi imposible que alguien pueda vivir sin música porque la música antecede al habla, porque la música navega sin timón en nuestros recuerdos, en las canciones que aprendimos en nuestra infancia y adolescencia. La música evoca el amor y el olvido, la nostalgia y el placer… La música es universal.
Por eso hoy les voy a hablar de música, de Sergio Alzola, un cantautor que desde muy joven empezó a rasguear la guitarra y a aprender acordes y a escribir los primeros signos musicales. Pronto encontró los ritmos y las letras, la forma artística para expresar sus palabras y sus sentimientos, para hacer poesía con su guitarra y dialogar con los latidos del salitre y el baile de las aguas de Las Canteras, para murmurar al alisio de la tierra en la que nació, como ese tema titulado Agua: