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“Subvencionamos la investigación en países más avanzados que el nuestro”

Hace frío en el CSIC. En las instalaciones que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas mantiene en La Laguna (Tenerife) reina un pulcro silencio. Sus pasillos solitarios, con el fugaz paso de operarios enfundados en batas blancas, dan la sensación de hospital fuera de horario de visitas, quizás de un templo con silenciosos monjes dedicados al saber.

Los investigadores, tras las puertas acristaladas que dan acceso a sus laboratorios, aparecen inmersos en esa especie de autismo necesario de los científicos, buceando entre vectores de bacterias, curando cítricos o lo que se tercie, en este área del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA). En esta gélida mañana los investigadores van bastante abrigados.

España, en inversión en I+D, ocupa el puesto 40 a nivel mundial, sin embargo en publicaciones de calidad andamos en el puesto 8. No debemos ser tan malos”

CSIC Cosme García

Cosme García, director del CSIC en Canarias. Foto: Rafa Avero

Hace frío en el CSIC. En las instalaciones que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas mantiene en La Laguna (Tenerife) reina un pulcro silencio. Sus pasillos solitarios, con el fugaz paso de operarios enfundados en batas blancas, dan la sensación de hospital fuera de horario de visitas, quizás de un templo con silenciosos monjes dedicados al saber.

IPNA visita escolar

IPNA visita escolar

Los investigadores, tras las puertas acristaladas que dan acceso a sus laboratorios,  aparecen inmersos en esa especie de autismo necesario de los científicos,  buceando entre vectores de bacterias, curando cítricos o lo que se tercie, en este área del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA). En esta gélida mañana los investigadores van bastante abrigados.

Aquí, en Canarias, que tenemos fama de pelear hasta por el último céntimo, cuando nos dicen que tenemos que recortar fondos pensamos en qué tenemos que apagar; vigilamos que los grandes equipos no estén encendidos más tiempo del necesario, ahorramos en calefacción, en limpieza.., recortamos en gastos de mantenimiento del centro, porque en fondos de investigación sí que no recortamos. No podemos hacer eso”

“Disculpe el frío”, se excusa el doctor en Químicas y director del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Canarias, CSIC, Cosme García, (La Palma, 1946) “debido a los recortes, hemos tenido que ahorrar en calefacción”. Y añade, “los institutos tenemos cierta independencia a la hora de manejar nuestros propios fondos y aquí en Canarias, que tenemos fama de pelear hasta por el último céntimo, cuando nos dicen que tenemos que recortar fondos pensamos en qué tenemos que apagar; vigilamos que los grandes equipos no estén encendidos más tiempo del necesario, ahorramos en calefacción, en limpieza.., recortamos en gastos de mantenimiento del centro, porque en fondos de investigación sí que no recortamos. No podemos hacer eso”.

CSIC Cosme García

CSIC Cosme García

Desde el 2009 al 2013, la inversión del Gobierno en I+D bajó un 40%. Se han visto obligados a usar fondos propios para no caer en el colapso”

Ha sido un año muy duro para el CSIC. Desde el 2009 al 2013, la inversión del Gobierno en I+D bajó un 40%. Se han visto obligados a usar fondos propios para no caer en el colapso. Numerosas investigaciones han podido seguir realizándose gracias a los remanentes:

“Este dinero, el de los remanentes, proviene de proyectos de investigación con algunas entidades. Si los resultados de la investigación son buenos, ya justifican por sí mismos los fondos que se han adscrito a ese convenio. Esto ha permitido que el sobrante de estos fondos, controlados por el propio organismo, se haya ido desplazando de año en año. Cuando un investigador recibe un proyecto de investigación de una entidad financiadora, léase europea, española o de la comunidad autónoma, casi nunca viene acompañado del dinero necesario de forma inmediata, y el investigador debe seguir trabajando. Ahí es cuando entran en funcionamiento los remanentes. El CSIC, o los Institutos, dependiendo de su dimensión, aportan esos fondos permitiendo que la investigación no se pare.  Una vez se reciben los fondos del convenio, los remanentes se compensan de nuevo internamente. Hasta ahora. Es un mecanismo tradicional, y transparente, que se ha usado siempre para flexibilizar de alguna forma el trabajo, cosa que las estructuras actuales no nos permiten normalmente. Desde el año 2009, en el que el Gobierno ha bajado de forma considerable sus transferencias económicas al Consejo, no contamos con dinero suficiente para afrontar los gastos generales. Hemos tenido que tirar permanentemente de estos remanentes, que es dinero de cada Instituto que maneja de forma autónoma. Son unos 600 millones de euros que han ido gastándose y nos hizo entrar en números rojos al acabar con nuestros remanentes.  Por eso nuestro presidente ha elevado la voz pidiendo, como mínimo, 100 millones para poder cubrir el año, el día a día de cada Centro. El Gobierno ha sido sensible y  ha aportado finalmente 95 millones para salvarnos de la quiebra. Es una cantidad casi ridícula, piense que somos unos 130 centros de investigación como éste; el canario está en la media a nivel nacional. Ahora tenemos menos personal, pero a nivel estatal hablamos de unas 15.000 personas que trabajan en el CSIC. Para este año se ha incrementado en 50 millones de euros más. Hemos tenido que recortar en los planes de contratación que teníamos. Según se van acabando los proyectos, no se han vuelto a renovar por la falta de fondos, esto ha ido equilibrando el balance de gastos. El CSIC se autofinancia aproximadamente en un 30 por ciento de su presupuesto. Dinero que se recauda por medios propios”.

CSIC Cosme García

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Estamos en el número 8 a nivel mundial en el ranking de publicaciones”

A pesar de la falta de estabilidad económica el CSIC se mantiene a la vanguardia de la investigación. La calidad de un centro de investigación se mide por la cantidad y calidad de sus publicaciones en el mundo científico, y ahí el CSIC se hace valer. “Estamos en el número 8 a nivel mundial en el ranking de publicaciones”, reivindica Cosme García. “El CRNS francés, que está en el primer puesto, nos triplica en número de investigadores. El sexto puesto está ocupado por el Max Plank alemán, con un presupuesto de 3.400 millones frente a los 700 nuestros. Si hablamos de trabajos publicados, en el ránking de calidad, el primer tramo lo lideran los alemanes, con más de un 68 % y nosotros solo dos puntos por debajo, rozando el 66 %. Esto es excelente. Los franceses, que son los que nos siguen, quedan doce puntos por debajo de nosotros, con un  54 %.

España, en inversión en I+D, ocupa el puesto 40 a nivel mundial, sin embargo en publicaciones de calidad andamos en el puesto 8. No debemos ser tan malos”

El CSIC, a pesar de ser un organismo rígido en sus estructuras, complicado  de administrar porque es un organismo de la Administración,  y que carece de la flexibilidad que se necesita en el mundo de la investigación, mantiene una alta productividad. “Cada año, hemos subido en ese ranking; la crisis aún no ha mostrado sus efectos en esto. España, en inversión en I+D, ocupa el puesto 40 a nivel mundial, sin embargo en publicaciones de calidad andamos en el puesto 8. No debemos ser tan malos. Si contáramos con medios suficientes haríamos aún un mejor trabajo”.

En el caso de nuestras islas este cambio de modelo económico tiene que pasar inexorablemente por la sociedad del conocimiento. Así se lo hago saber a los políticos cada vez que tengo ocasión. No hay que escatimar recursos”

A pesar de estos datos, la Administración sigue sin dar el impulso necesario a la I+D. El director del CSIC en Canarias reclama el que “los políticos, la clase dirigente, sean coherentes con su propio discurso. Se habla muchas veces de la necesidad de un gran cambio en el modelo económico, y en el caso de nuestras islas este cambio de modelo económico tiene que pasar inexorablemente por la sociedad del conocimiento. Así se lo hago saber a los políticos cada vez que tengo ocasión. No hay que escatimar recursos. Vemos, que siempre, cuando atravesamos un momento de debilidad económica, los primeros recursos en ser disminuidos son los que se destinan a la investigación. La sociedad no asume la importancia que tiene la parcela de la investigación si se quiere cambiar de modelo productivo. No se trata de denostar, pongamos por ejemplo, la industria turística, pero no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta. Hay que avanzar en todos los sectores, como el sector primario con el sector agrícola que ha sido también fundamental, pero hay que salir de esa exclusividad a través de la sociedad del conocimiento. Se habla mucho en Canarias de que somos una plataforma intercontinental, eso está muy bien, pero si le quitamos la poesía vemos que hay un problema: los mercados nos quedan muy lejos. Hay que trasladar hacia esos mercados nuestras producciones y los transportes no son nada baratos, no podemos ser competitivos y eso nos lleva a una conclusión impepinable: nuestras producciones deben tener un alto valor añadido. Si contamos con sardinas de las que nuestros laboratorios de química extraen un fármaco o materia prima que podamos producir y ser usado por las farmacéuticas y colocarlo en cualquier lugar del mundo, los costes de transportes son ínfimos respecto a los beneficios finales que nos pueden dar. Esto es valor añadido y saltarnos el tema del aislamiento insular. Eso vale para todo”.

Se habla mucho en Canarias de que somos una plataforma intercontinental, eso está muy bien, pero si le quitamos la poesía vemos que hay un problema: los mercados nos quedan muy lejos. Hay que trasladar hacia esos mercados nuestras producciones y los transportes no son nada baratos, no podemos ser competitivos y eso nos lleva a una conclusión impepinable: nuestras producciones deben tener un alto valor añadido”

Sin embargo, añade el científico canario, “seguimos exportando plátanos que deben ser subvencionados para poder competir en el mercado exterior”. Exportamos plátanos y científicos. “Ése es el problema esencial -añade Cosme García- respecto a nuestros investigadores: tenemos dos vertientes, la humana ya que los canarios somos muy apegados a nuestra tierra y, además, difícilmente, cuando salen, pueden reintegrarse a su regreso. Por otro lado, carecemos de industrias especialmente en Canarias, por lo que nuestros profesionales  tienen que incorporarse a los medios públicos dedicados a la investigación y aquí no son los que deberían ser en cuanto a volumen”.

Y añade: “luego tenemos un problema más global, del Estado. Formar a un doctor lleva mucho años de trabajo. Cuando termina su carrera, hay que hacer una tesis doctoral, que no le lleva menos de cinco años. Tienen que irse al extranjero unos dos años recibiendo formación y regresarán al país con un contrato que significa otros dos o tres años; y cada una de estas fases conlleva un proceso de selección,  que unos superan y otros no. Esto supone una cantidad de dinero público invertido que es importantísima. Al final de ese camino recorrido habremos invertido varios cientos de miles de euros en la formación de ese doctor. Si nuestro país no los puede reintegrar tendrán que irse al extranjero. El aspecto positivo es que tienen una preparación muy buena y no tendrán ninguna dificultad en que los países avanzados los acojan y coloquen. Esos gobiernos se ahorran ese dinero invertido en formación y se aprovechan de sus conocimientos. Por tanto, con nuestra inversión estamos subvencionando la investigación que se realiza en países más avanzados que nosotros”.

Una plaga mundial en los cítricos está siendo controlada eficazmente gracias a los descubrimientos que han surgido en estos laboratorios del IPNA-CSIC en La Laguna

La falta de industrias adecuadas en Canarias, y convencer a las que existen de que inviertan en I+D, es otra de las dificultades con las que se encuentra el CSIC. Y no es por falta de resultados en sus laboratorios. Una plaga mundial en los cítricos está siendo controlada eficazmente gracias a los descubrimientos que han surgido en estos laboratorios del IPNA-CSIC en La Laguna. Esta investigación partió de la petición de un agricultor local, cuya finca padecía esta plaga. Una multinacional está negociando en estos momentos hacerse con la patente. En el ámbito de Químicas, cuentan con descubrimientos en síntesis de productos naturales que se están aplicando como antiparasitarios en el ganado; desde Sudamérica les han solicitado el arrendamiento de esa patente. En Medicina, también han descubierto sustancias que se están usando como antivirales con un gran espectro de actuación. “Contamos con buenos logros en nuestra investigación, que estamos arrendando a empresas. Cuando se muestran interesadas en arriesgar su dinero y hacerse con las patentes, es que vamos por buen camino”.

Este investigador insiste en que “ése es el problema que tenemos en Canarias; aquí tenemos tejido comercial pero no industrial. No tenemos tradición en la investigación y es difícil convencer a las empresas que cambien eso. Estamos intentando fórmulas nuevas, como cederles parte de nuestras instalaciones para que ellos puedan iniciar el estudio del escalado a nivel de producción. Piense que nosotros, cuando investigamos, obtenemos una pequeña parte de ese producto. Si las empresas quieren estudiar su producción industrial, aquí tienen las instalaciones adecuadas. Nuestros medios son muy sofisticados y no están al alcance de esas empresas por lo que, mediante convenios, aportamos medios materiales y humanos. Es una ayuda importantísima la que les ofrecemos en esa primera fase, que es muy compleja, para que les sea muy fácil”.

En Alemania y Francia llegaron a la conclusión de que si había crisis es porque no habían invertido suficientemente en I+D, lo admiten y aumentan las partidas económicas en este sector. Aquí si hay crisis el primero sector en que se recorta es en investigación. Es pura tradición de este país, exportamos conocimiento y tomates, y luego importamos tomates enlatados”

A Cosme García le desalienta la falta de sensibilidad que muestran los dirigentes políticos. “En Alemania y Francia llegaron a la conclusión de que si había crisis es porque no habían invertido suficientemente en I+D, lo admiten y aumentan las partidas económicas en este sector. Aquí si hay crisis el primero sector en que se recorta es en investigación. Es pura tradición de este país, exportamos conocimiento y tomates, y luego importamos tomates enlatados”. Y lo dice el director del Instituto de Productos Naturales y  Agrobiología – CSIC, “no podemos hacer vaticinios del estilo de ver brotes verdes, en este país la política de investigación es siempre procíclica, si la economía va bien y hay excedentes, se invierte en I+D, porque todos dicen que es importante, y si la economía va mal, a recortar. En cambio, a nivel europeo sí que se entiende. En el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea y el Horizonte 2020, que acaban de aprobar, se asignan unos fondos de 70.000 millones de euros para la investigación, para afrontar la crisis. Se dan cuenta de que hay que forzar la inversión en la sociedad del conocimiento, mientras en este país se entiende que la investigación sobra, que es un lujo. El CSIC es un organismo oficial así que tenemos que hacer lo que nos mandan pero claro, somos científicos y tenemos la manía de pensar”.

Científico que, como ya hiciera a fines del siglo XIX Santiago Ramón y Cajal, se define “como persona que tiene la obligación  de propiciar un progreso en el conocimiento y que necesitamos de tranquilidad, en cuanto a su intendencia, para poder dedicarse a esto con la dedicación mental absoluta que esto requiere. A partir del siglo XVIII dejamos de ser libres pensadores, cuando se confundía el filósofo con el científico. Ahora se hace la investigación en equipos y dentro de instituciones. No hay otro sistema. Trabaja en función de lo que le marque su institución y los intereses nacionales. Tiene sentido que sea así. A partir de ahí, tiene que dedicarse en cuerpo y alma. El trabajo no tiene horarios, te lo llevas a casa. Es un trabajo vocacional. También tiene que estar preparado para soportar, según el país en el que esté, la incomprensión de los políticos hacia sus investigaciones”.

Cosme García, habla con químico equilibrio, entre el desaliento y la irredenta ilusión que manifiesta. Tiene confianza en la ciencia. Lo manifiesta con fe,  practica desde el CSIC una política de puertas abiertas a la sociedad, que les ha llevado a recibir el pasado año unas 10.000 visitas en la sede de La Laguna, parte de ellas en las jornadas que para los estudiantes tienen lugar durante las Semanas de las Ciencias cada año. No extraña que el director del CSIC, como si fuera el máximo prior de este templo del conocimiento, se refiera a los éxitos logrados, aunque no se apunta el tanto de causa-efecto, con la expresión “hemos detectado un alza en las nuevas vocaciones entre los estudiantes”. Lo dice mientras se frota las manos, por el buen futuro de la ciencia, y, también, por el frío que hace hoy en el CSIC.

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