Ya en el primer capítulo de presentación expliqué que esta serie homenaje a Radio Nacional de España en Canarias, Centro Emisor del Atlántico, no se iba a ceñir a un estricto recorrido cronológico del medio siglo de la emisora de titularidad estatal en las Islas. No, es el relato de hechos sobresalientes que el autor recuerda o que, incluso, sugieren lectores y profesionales del medio. Y, por supuesto, la inspiración que aportan fotografías y documentos guardados con celo en archivos públicos y privados, como algunos muy valiosos que ya hemos publicado en episodios anteriores. Explicaré el porqué.
“Decíamos ayer…”, sí, que casi de inmediato, Radio Nacional de España en las Islas se integró en la audiencia del Archipiélago, ya que desde las primeras semanas de existencia participaba en la programación nacional; pero incluso más allá de los servicios informativos o de los llamados diarios hablados; su participación en la programación general de la cadena se hizo patente. Directivos, responsables de los principales programas y voces ilustres solicitaban nuestro concurso desde sus orígenes hasta hoy mismo.
A título de ejemplo: los pocos meses, desde la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife, por encargo de los dirigentes de la programación deportiva de Madrid, se transmitió para todo el mundo, especialmente para Italia y España, un combate de boxeo. Era el Campeonato de Europa de los pesos superligeros, entre el tinerfeño Juan Albornoz (Sombrita) y el italiano Sandro Lopopolo. Era el 17 de julio de 1965, con un graderío repleto de público y periodistas de muchas procedencias que transmitieron y comentaron la velada desde el coso tinerfeño.
Radio Nacional, emisora central, designó a Arturo Rodríguez, responsable de Deportes de RNE Canarias para la transmisión internacional, acompañado por el periodista local, experto en temas boxísticos, Antonio Salgado Pérez (Ansalpe) que hizo comentarios entre asalto y asalto. Y, por supuesto, toda la puesta a punto y servicio técnico exclusivo del Centro Emisor del Atlántico, con la eficiencia del jefe de baja frecuencia Ángel Zurita y asistido por el técnico Miguel Ángel Cabrera Pinto (ambos ya fallecidos).
Aquello fue un éxito de transmisión dirigida a miles de oyentes europeos que la siguieron por las recién estrenadas emisoras NEC, de fabricación japonesa, con 50kw de potencia cada una. Por supuesto que América hispana, norte de África y los muchos españoles que surcaban los mares del planeta tuvieron también la oportunidad de seguir la velada de boxeo.
Era la primera vez, pues, que para una realización de esta envergadura no se desplazaba un equipo de Madrid y gracias, claro, a la dotación completa de personal que tenía RNE-C. Por cierto, que el combate lo ganó Sombrita. Y se alzó con la corona de Campeón de Europa.
Destaco especialmente a la gente de la mar, porque era oyente asidua de nuestras emisiones por 25m y 31m de Onda Corta. Se lo explicaré en próximo capítulo, cuando haga referencia a un programa muy especial titulado Españoles en la Mar, de amplia repercusión entre marinos de toda categoría: capitanes, jefes de máquinas, marineros, pescadores y alumnos y oficiales del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano.
Canarias tiene un lugar privilegiado entre continentes. Tan así, que hasta Marconi, que además de inventor fue empresario radiofónico, montó aquí, en las Islas, un importante complejo de antenas para enlazar por radio Europa y América. Ya me referiré al contacto que tuvo el Titanic en las conocidas como pruebas de mar, con la estación de Tenerife desde Liverpool.
Como saben, a las pocas semanas, el mejor barco del mundo se hundió. Y aquí, en el Archipiélago produjo mucha impresión, porque los medios informativos (prensa, especialmente) del momento, dieron cuenta de ese contacto entre el extraordinario buque y Canarias.
Si la programación general se enriqueció con las aportaciones de la nueva Radio Nacional instalada en Canarias, la audiencia local recibió con gran regocijo programas nacionales de gran prestigio, como seriales, deportes, magazines, conmemoraciones y voces que triunfaban en el resto de España.
Por cierto, ¿sabían que el más importante escritor de seriales radiofónicos había nacido en la Canarias? Pues sí, en la isla de La Palma. Guillermo Sautier Casaseca, a quien le dedicamos un homenaje hace un par de años y organizado por el Cabildo Insular con motivo del centenario de su nacimiento y en donde participamos Mariano Vega, Jorge Marante, Eliseo Izquierdo y éste que les escribe.
Un acto magnífico. Recordamos a uno de los mejores radiofonistas canarios incorporados a la radio de España. Hay más: Leocadio Machado, Fernando Delgado, Juan Manuel Soriano… muchos, muchos a los que un día dedicaremos un capítulo completo.
Contesto a un lector que me daba nombres de compañeros que desarrollaron su profesión aquí, en Radio Nacional de España en Canarias. Amigo Joaquín, en el momento de la inauguración y primeros meses solo estábamos lo que cité en ese capítulo. Es cierto que, poco a poco, se fueron incorporando compañeros de otros lugares de España. Por ejemplo, José Antonio Cubiles que, procedente de Madrid, realizó aquí cargos directivos como jefe de programas, director adjunto y director de RNE en Las Palmas, además de escribir extraordinarios comentarios, crítica musical, que le valieron reconocidas distinciones. En una de las fotos que acompaño hoy nos puede ver entregándole una placa conmemorativa al entonces director de Radio Popular en Gran Canaria, José Antonio Baeza Betancort.
La semana que viene seguiremos avanzando y daremos un salto en el tiempo para hablar de una radio más moderna.