Manostijeras se queda manco en la Cámara de Tenerife
Se las prometían muy felices los actuales rectores de la Cámara de Comercio creyendo que el recorte de personal y sueldo de sus más de 40 empleados sería un simple paseo militar. Su secretario general, Vicente Dorta (ya conocido en los pasillos por Manostijeras) incluso creía poder dar el zajaso entre 6 a 10 currantes. Y parece que no ha podido ser. La Cámara de Tenerife apenas gestiona 2 millones de euros y sus ingresos han caído más de un 70% . Para poderse mantener y no quebrar, se propuso reducción salarial general del 30%, lo que se rechazó. Por lo tanto, la segunda opción ha sido: fuera una parte del personal y reducción de jornada (y sueldo) para todos. Pues la propuesta no se aceptó.

Rafa Nadal
Los empleados se ponen bravos
La asamblea de los trabajadores dio ejemplo de unidad y, sobre todo, de enorme cabreo generalizado con los popes de la casa. En un revés propio de Rafa Nadal, han devuelto la pelota y ahora la casa tiene que decidir. Las condiciones de los trabajadores son: 5% de rebaja salarial y recortes en: asesor externo a media jornada (con miles y miles de euros de retribución), bajada sustancial del sueldo del propio secretario general y de los recursos destinados a Comunicación y desaparición de dietas por comidas y viajes. Seguiremos informando…
Carlos Alonso y Yeyo Abreu, como Pimpinela
Son como niños chicos. Ahora resulta que pequeñas cosas de la política (o grandes, quién sabe…) se convierten en lejanías de antípodas para los gestores públicos de lo insular que hasta hace nada, muy poco, iban de la mano, como parejas de hecho bien avenidas. En estos momentos, y se supone que hasta el final de los finales (antes también pueden hacer las paces, que donde no hay coherencia lo que ocurra responde a movimientos de veletas), los líderes del palacio insular (y ya se descuenta a Melchior, que, aunque vaya por allí -está ocioso-, parece que muchos por fin lo van olvidando) andan tirándose los trastos a la cabeza. Poco han tardado… La verdad es que tantas tensiones, tantas decisiones para la buchaca de unos y nada para la de los otros y tanto dominio aplastante de los acostumbrados a mandar siempre, sí o sí y sin discusión, han llevado al límite del hartazgo a la otra parte, a la patita coja, al que menos listo aparenta ser. Lo dicho: Yeyo Abreu y Carlos Alonso se llevan fatal y dicen, los que los siguen a todas partes, que ni se hablan ni quedan para comer. De otros supuestos ni hablamos.
Y Alarcó, frotándose las manos
Yeyo y Carlos, como los niños que van al cole, no se ajuntan, y esto, si es seguro que así fuera, es poco serio para los principales representantes de los partidos que cortan el cherne en el Cabildo Insular de Tenerife. Normal sí puede ser que el director general de Ganadería, el regional, no aguante a su homólogo en la isla (y son del mismo partido, o casi). Esto, sí, pero lo otro… Lo otro es mucho. Hasta demasiado tardaron en hacer volar platos y sartenes. ¡Ay mi cabeza! Y cómo van a aguantar con los disgustos que esperan a la vuelta de la esquina, con lo que queda por llegar… Esto se pone que arde, y Alarcó, aunque parezca que no está (y es cierto, siempre desaparecido), sigue con sus matemáticas. Y llamando y llamando, y hasta queriendo, que quiso, convencer a Yeyo de que tirara pal monte. Parece que el hecho de que estos dos líderes no se junten no ha sido suficiente para ponerle los cuernos a Carlos. Oportunidad perdida. Ahora, con el punto de mira apuntando a las urnas de 2015 (sí, desde ya), si es que les toca a ellos, que esto también está por ver… Mucho más con la tormenta que se avecina, de la que tendrán que salir victoriosos, que no vitorieros. Esto significa otra cosa, algo más parecido al cochino negro.