3.0 Opinion

El pan y la vida

Tal y como está el patio, lo mejor es no mirar para lado alguno, sino hacer pura introspección: nadar hacia el interior más propio con ayuda del medio de transporte literatura (gratuito y sin controles desproporcionados en los andenes, a ser posible), con toda su rabia, con sus dantescas propuestas y con sus pésimas y también desconcertantes revoluciones conceptuales.

Tal y como está el patio, lo mejor es no mirar para lado alguno, sino hacer pura introspección: nadar hacia el interior más propio con ayuda del medio de transporte literatura (gratuito y sin controles desproporcionados en los andenes, a ser posible), con toda su rabia, con sus dantescas propuestas y con sus pésimas y también desconcertantes revoluciones conceptuales.

140413-FOTO-ROMÁN-DELGADO

En este turbio panorama de dimes y diretes, de preguntas con respuestas propias, tramposas, y de respuestas sin atenciones al otro lado, sólo en papel prensa, se agradece la actitud más razonada de los disconformes, sobre todo por cómo está siendo la residual mirada y el discurso de desecho en el fango político. Esto es así aquí y allá, con todas las magnas siglas y acrónimos.

La política lanza su hedor a la opinión pública como si fuera antídoto de farmacia, y huele, quizá no todos lo sepan, de forma muy parecida al aire que se respiraba cerca de los palés de la ya antiquísima acampada de Puerta del Sol, en Madrid. ¡Mira que olía fatal ese tinglado con gente! Sin ofender, pero olía todo muy mal, aunque quizá menos que algunas políticas que se hacen aquí, en estas tierras de ubicación casi desconocida, salvo para técnicos de la Comisión Europea que vienen a medir, a ver cómo nos gastamos el dinero de los 28, sí, de los que suman hasta dar forma a ese número, que son todos los de la UE.

El tufo de la política es también el olor del hombre sucio, de algunos de los indigentes a los que estuvo a punto de ofrecer su trofeo la candidata que por poco (y no se sabe si lo conseguirá más adelante) no se hace con el bastón de Las Teresitas, del mamotreto, del PGO, de una ciudad linda y repleta de vecinos políglotas.

Ese tufo, por seguir recopilando malos olores, es el mismo que emana de imágenes precocinadas en biquini, de campañas falsas y agrias, y de posturas hipócritas, rematadamente de puñal por la espalda o de aquí te quiero para mañana intentar ver con qué pócima logro tumbarte de una vez.

Señoras y señores, esto es un sálvese quien pueda, un a coger el salvavidas que sin él uno se va a pique, hacia los sebadales: un qué más da aquel o aquello si lo mío está resuelto. Por cierto, se suele decir en algunos de estos ambientes putrefactos, oscuros y petulantes: “¿Y qué hay de lo mío?” Pues eso, señoras y señores, qué hay de lo nuestro, de la ciudadanía, de la gente y de sus lágrimas, y de sus apuros, y de sus latas de gofio vacías. Señoras y señores, qué hay de todo esto.

Como Céline hoy sigue de moda, más por un debate anacrónico que quizá por su aportación literaria, me atrevo a reproducir, porque me viene al dedo, uno de sus pasajes de Viaje al fin de la noche, un diálogo que deja traspuesto, como lo hace hoy la política de cubo de basura. Escribió:

“-Acaban de matar al sargento Barousse, mi coronel.

-¿Y qué más?

-Lo han matado cuando iba a recoger el furgón del pan, mi coronel.

-¿Y qué más?

-¡Lo ha reventado un obús, mi coronel!

-¿Y qué más, hostias?

-Nada más, mi coronel.

-¿Eso es todo?

-Sí, eso es todo, mi coronel.

-¿Y el pan? -preguntó el coronel.”

Que no sólo miremos el pan. ¿Y la vida?

NOTA: este artículo se publica con un regalo muy especial, sólo para el que lo lea completo (absténgase el muy tramposo):

Te doy una canción (Silvio Rodríguez)

 

Cómo gasto papeles recordándote,

cómo me haces hablar en el silencio,

cómo no te me quitas de las ganas

aunque nadie me ve nunca contigo.

Y cómo pasa el tiempo que de pronto son años…

@gromandelgadog

.

Click para comentarios

Contesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Si crees en la libertad, en Canarias3puntocero podrás encontrarla. La independencia no se regala, hay que conquistarla a diario. Y no es fácil. Lo sabes, o lo imaginas. Si en algún momento dejaste de creer en el buen periodismo, esperamos que en Canarias3puntocero puedas reconciliarte con él. El precio de la libertad, la independencia y el buen periodismo no es alto. Ayúdanos. Hazte socio de Canarias3puntocero. Gracias de antemano.

Cajasiete Hospiten Binter ANÚNCIESE AQUÍ
BinterNT TenerifeToday 2Informática

Copyright © 2015 - Canarias3puntocero.

subir