Me pregunto cuántas plazas de las cientos hoteleras, miles extrahoteleras y muchísimas más segundas residencias de personal local se han llenado este fin de semana en El Médano (la famosa playa de arena dorada del sur de Tenerife, paraíso del windsurf, kitesurf y playeros) para asistir a lo que los organizadores denominaron Maratón de orquestas.

Hasta las 3 de la mañana estuvieron animando al personal esta Semana Santa. En favor de los verdugos hay que decir que se entregaron a fondo: los del sonido dando el máximo de capacidad de la mesa y altavoces (qué bien vinieron este lunes los consejos del doctor Barajas), y los cantantes y músicos animando al público con continuos gritos y chunda chunda tan característico.

Hacía muchísimos años que no escuchaba el lamento guitarrero de estas orquestas, que en su momento hicieron tan famoso Los Bajip de La Gomera o Los Guanches. Se trata de un sonido, que, bien explotado comercialmente, habría dotado de identidad musical a una islas que necesitan buscar su lugar. Algo así como lo que ha conquistado por méritos propios el timple (gracias a artistas estratosféricos como Benito Cabrera, Domingo Rodríguez, José Antonio Ramos o incluso el mismísimo Enrique Mateu y grupos como Los Sabandeños, Los Gofiones o Taburiente), como lo hace Galicia o Irlanda con la gaita, Hawaii con su oukalele o el Caribe con sus steelpan, los famosos tambores metálicos, fácilmente reconocibles y de sonido contagioso.

Así que, en cierto sentido, no hay más que palabras de agradecimiento al Ayuntamiento de Granadilla por tan amplio despliegue de wattios en la madrugada. Y no sólo eso.

Si eligen este punto de destino para tomar unos días de descanso tienen muchas probabilidades de que bien el sábado por la noche o el domingo a primerísima hora impidan su descanso con actuaciones, atracciones, maratones de gimnasia o carreras populares… A los que, por cierto (exceptuando el rastro y el aclamado Festival de Folclore del Mundo) no goza de la asistencia de miles y miles de participantes. Vamos, un caso de manual de enorme despliegue financiero e imaginativo contra la propia imagen de un destino (opino yo).

Me imagino que, cuando se habla de calidad del destino, cuando a nuestros representantes empresariales y políticos se les llena la boca de lo maravillosos que somos, y de nuestra capacidad de atraer a miles, millones, de turistas, estos factores también se tendrán en cuenta.

Imaginen una pareja o una familia todo el año (o el semestre) ahorrando para disponer de unos días de descanso para que, por la noche, te acune el suave y melódico sonido de una orquesta, que te perfora la oreja hasta bien entrada la noche.

La conclusión es sencilla: quiero un alcalde Bermúdez para el Médano.

Ustedes saben por qué. Que se atreva una orquesta en cualquier plaza de la capital a perpetrar un atentado similar contra el sueño, para que vean qué poco tardan en aparecer los guindillas por orden del señor alcalde, ante las protestas de los vecinos. Por eso Santa Cruz opta al ránking de ciudades Thriller (muertas, vamos) y El Médano, no. A todas éstas, al menos en eso, cómo envidio a mi ciudad…

Yo siendo ellos (todos ellos) me lo haría mirar.