No existía confirmación científica ni oficial a la hora en que estas letras se juntaron, pero, por las llamadas canalizadas en esta redacción unipersonal, que no es la del DIARIO, sino una recién imaginada por el que esto firma, con centralita telefónica, correos electrónicos y mensajes a través de las redes sociales, todos colapsados, densamente apretados, interrumpidos, descolgados y locos, seguro que algo impensable había pasado: un temblor y pequeño corrimiento de basaltos en el mayor talud de los altos de Los Realejos, en la cumbre hoy vaca frisona. Ese zumbido de nada, un movimiento de tierra que sólo pillan máquinas de precisión japonesa…; ese terremoto de juguete…
Todo apuntaba, digo yo, y no es científico ni oficial, a que aquel corrimiento de cuatro piedras tras temblor con marca 2,1 en la escala de Richter, en los altos de Los Realejos (y valga lo de recurrir tanto a la voz altura), se originó por la reacción de varias murgas realejeras a la noticia avanzada por el DIARIO de que el Norte, la vertiente septentrional más cercana a La Palma, tendrá al fin, por el adelanto de las obras “todo lo que [Sanidad] pueda” (ojo, aquí el eufemismo veloz), servicio de Urgencias en el complejo hospitalario que aún no lo es y está en Icod.
Lo que oyen. Los realejeros leyeron ese avance informativo a primera hora de aquella tarde y les dio tal subidón de alegría (algo que debe anotarse como haber de CC y del PSOE insulares), en bloque y con la suma instantánea del resto de desconfiados: orotavenses, rambleros, guancheros, icodenses, garachiquenses, silenses, tanqueros y buenavisteros, que, como efecto de esa suprema sorpresa, se produjo el temblor de 2,1, una cagadita de nada. Causa-efecto, se pudo pensar. ¿O quizá todo era mentira…? Qué más da (el sismo fue antes, y no es broma).
La lección es que ni hay que creerse esta trola sobre el origen del terremoto cosquilla de aquel jueves ni la otra posible sobre la reunión con resultado de que se adelantará “todo lo que se pueda”, siempre, dicen ellos (los mismos que tantas veces han engañado al respetable), “antes de que termine este año”. Uff… ¿Igual quisieron decir antes de las elecciones?
No se sabe a ciencia cierta, y sigue siendo lo peor. Realmente, en esto ya no es posible volver a creer en ellos. Todo expirará para nacer tras parto crítico, directo a UVI, cuando las ambulancias entren en Buen Paso y no en el recinto cercano al parque Taoro.
[Nota del autor: las Urgencias del hospital del Norte de Tenerife se inauguraron la semana pasada, tras numerosas fechas dadas y mentiras bien cumplidas. Este artículo se publicó en Diario de Avisos el 1 de marzo de 2014].
