Escribir es disparar en sentido recíproco, y ya se sabe que nadie va solo a una guerra. Bienvenidos a este cadáver exquisito.
Retrato de Indra, por Eva
Escéptica de cuna.
Con la igualdad como enseña desde el primer llanto.
Nacida, como el levantamiento, un dos de mayo.
Aclimatada al mundo. Viajera para saberse en él. Enraizada a lo humano.
Cultivo de isla, pepita hindú, arbolito izado.
Extremadamente brillante, constante. De severa ética.
Culinariamente queso-dependiente.
Atea pero mística.
En lo sentimental, equis.
Diáfano y con grietas, el corazón: vagón dirigido por la luz. Sometida a sus órdenes.
Socialmente comprometida. Anticiclón en la sonrisa.
Valiente hormiga. Gigante. Culturalmente genial.
Psicológicamente tormenta de verano.
Ortográficamente ;
Retrato de Eva, por Indra
Históricamente joven.
Académicamente atrevida y generosa; compañera leal.
Íntimamente valiente, luchadora; hija y hermana agradecida.
Culturalmente brillante, espontánea y apasionada.
Cómicamente triste, sonriente compañera de las adversidades, coherente ante los vaivenes.
Emocionalmente (in)sensata y (des)equilibrada.
Socialmente respetada y admirada, extrovertida en su risa, discreta en sus lágrimas.
Mentalmente enérgica, hábil e independiente.
Laboralmente ávida de un futuro.
Excepcionalmente inquieta y servicial.
Literariamente oportuna en sus palabras. Cargada de versos tolerantes y sensibles.
Amiga.
Ortográficamente ()
Lucía (compañera de fatigas periodísticas en la mejor clase!)
9 octubre, 2014 en 12:50
¡Qué ganas de leeros chicas!
Es un orgullo poder hacerlo.
mmmmmmmua*