El prestigioso galardón literario que otorga anualmente la Fundación CajaCanarias recae en la obra narrativa ‘Todas las personas que mueren de amor’

Víctor Álamo de la Rosa, escritor tinerfeño. / FUNDACIÓN CAJACANARIAS
Víctor Álamo de la Rosa se enteró de la grata noticia mientras iba a recoger a su hija en el colegio. Entonces lucía el sol tras días inciertos de lluvia, nubes y calor, en un veroño muy infrecuente en Canarias. Así le llegó la noticia, que valoró de la siguiente manera: “Me hace muy feliz haber ganado este premio, porque es el de mayor tradición literaria en Canarias. Después de 25 años escribiendo novelas, casi sentía la necesidad de entrar en ese exclusivo elenco del premio”.
El escritor, periodista, agitador cultural y autor de El humilladero, Campiro que y La cueva de los leprosos, entre otras obras, se refiere al premio Benito Pérez Armas de la Fundación CajaCanarias, uno de los certámenes de novela más laureados y esperados en España y nada mal dotado económicamente (12.000 euros). Álamo lo ha ganado en 2014 con la obra Todas las personas que mueren de amor.
En declaraciones a Canarias3puntocero justo momentos después de conocer la noticia, el escritor reflexionaba: “Se trata de una novela de fantasmas que parte de la idea de que todas las personas que mueren de amor se convierten en fantasmas. De hecho, el protagonista se muere de amor siete veces”, avanza.
En la convocatoria de 2014 del longevo certamen narrativo, se han presentado a concurso un total de 64 obras originales, lo que da muestra del arraigo e interés que despierta el premio de novela Benito Pérez Armas. Posteriormente, el jurado de la presente edición, compuesto por Cecilia Domínguez, Juan-Manuel García Ramos y Juan Cruz Ruiz, seleccionó cuatro novelas finalistas, de entre las que consideró merecedora de alzarse con el galardón, por mayoría de sus miembros, a la mencionada creación prosística de Víctor Álamo de la Rosa.
Todas las personas que mueren de amor, según indica el autor, “es una indagación muy literaria en las sensaciones del desamor, porque cuenta la historia de un personaje capaz de morirse de amor nada menos que siete veces”. Se trata de una obra que “es muy literaria porque está en los antípodas de las novelas de género tan en boga por estrictos parámetros comerciales. Tiene una escritura muy elaborada y fragmentaria, y además presenta guiños a obras tan emblemáticas de la tradición literaria canaria como Fetasa de Isaac de Vega”.
El premio tiene una dotación de 12.000 euros y lleva aparejado la publicación de la obra distinguida
Para Álamo de la Rosa, esta novela será “un giro sorprendente” para sus lectores. “Estoy muy feliz porque esta novela no habría tenido salida si no llega a ganar un concurso como este, donde se busca premiar obras con valores literarios, artísticos, y no se utilizan criterios meramente comerciales”.
La novela Todas las personas que mueren de amor es la séptima en la trayectoria de este narrador, después de haber publicado las obras El humilladero (1994), El año de la seca (1997), Campiro que (2001), Terramores (2007), La cueva de los leprosos (2010) e Isla nada (2013), su última creación hasta la fecha, recientemente destacada por el periódico El Mundo como “la novela de un gran contador de historias universales”.
Un autor que no para
Víctor Álamo de la Rosa, poeta y narrador, nació en Santa Cruz de Tenerife el 29 de octubre de 1969 y se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna. En 1994, Ediciones La Palma publicó El humilladero, su primera novela, en Madrid, que fue presentada en el Ateneo de la capital con la asistencia del nobel José Saramago, escritor que prologaría El año de la seca, la siguiente novela del escritor canario. En 2001, Espasa publica Campiro que, su tercera novela, que tuvo dos ediciones y que fue alabada por la crítica nacional e internacional gracias a sus traducciones al francés y al portugués. Álamo de la Rosa participó ese mismo año en el Festival del Libro Etonnats Voyageurs de Saint-Malo, el más importante del país, como escritor invitado. Grasset, su editorial francesa, siguió apostando por la narrativa de este escritor y, en 2005, adquiere los derechos de su cuarta novela, Terramores, que traduce y publica en 2007. Esta novela sólo conocerá edición en su original en español en 2008, editada por Artemisa en Madrid. Curiosamente, novelas y relatos de este escritor se han ido publicando antes en otras lenguas y en otros países. Esta dedicación a la novela no ha silenciado su obra poética, puesto que el autor ha publicado cuatro poemarios, el último de ellos titulado El equilibrista y los jardines (Ediciones La Palma, 2013).