
Parque eólico de la isla de El Hierro, Canarias, España
Dice mi amigo J. que debo sonreír más porque me sienta bien e incluso me rejuvenece y en eso estoy últimamente. Los buenos consejos como los amigos hay que cultivarlos, mimarlos, no dejarlos morir porque ambos, aunque bienes inmateriales, ayudan a uno a pasar mejor por este valle de lágrimas.
Me viene al pelo esta sugerencia amistosa porque en esta finiquitada semana agosteña, hemos vivido un episodio beborable que diría el gran Forges. Ocurrió en la mañana de ayer en Yakarta (Indonesia) donde la joven Carolina Marín consiguió su segunda medalla de oro en el Campeonato Mundial de Bádminton. En lo más alto de podio sonó el himno español…versión franquista. La deportista, claro, tuvo que aguantar el momento como pudo, porque además la letra del himno sólo la recuerdan los acérrimos del régimen o quienes tuvieron que pasar por el Servicio Social.
No es la primera vez que ocurre porque, entre otros, el ciclista Alberto Contador ya tuvo que aguantar la versión con letra del poeta gaditano José María Pemán, el en podio del Giro de Italia de 2011; aunque la palma se la llevó el equipo de la Copa Davis que disputó en Australia la final de 2003: un fornido trompetista atacó el himno de Riego ante el estupor, en principio, y posterior descojone de los tenistas españoles presentes. youtu.be
Lo de la Marca España que tanto preconiza el gobierno queda a la altura del betún. Me imagino que el ministro de Exteriores, José Manuel García- Margallo, habrá enviado urgentemente a todas las embajadas españolas dispersas por el mundo un CD con el himno español oficial, para su pronta difusión en gobiernos y entidades locales, al objeto de que no se repita tan chusca situación. No me imagino que ningún país confunda, por ejemplo, el himno de Francia. Es lo que tiene tener un himno comme il faut.
Hablando de sonrisas, esta semana también fue memorable la comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández, para explicar su reunión con el imputado ex vicepresidente Rodrigo Rato. Por resumir sus cuatro horas de comparecencia (pobres periodistas, vaya rollo), el motivo del encuentro se resume en cuatrocientos tuits amenazantes contra el ex presidente de Bankia.
A mí hace un par de semanas me bloquearon en Twitter un par de veces y son varios los que han dejado de seguirme en Facebook por mis opiniones y como lo considero un ataque sin precedentes a mi libertad de expresión, estoy decidido a solicitar una entrevista con el ministro para contarle mis penas y a ver si lo arregla. Ustedes tomen ejemplo y no se corten tampoco.
A veces las sonrisas se tornan en muecas de horror cuando se conoce un nuevo episodio de asesinatos machistas (lo de violencia de género no lo soporto) como el acontecido en Cuenca contra dos jóvenes. ¿De verdad que no es posible hacer algo más para eliminar esta lacra? Y son 32 las mujeres asesinadas en lo que va año.

Rafael Chirbes.
A uno también se le corta la sonrisa al enterarse de la muerte del escritor Rafael Chirbes, cuyas novelas Crematorio, En la orilla y La caída de Madrid, ocupan un lugar destacado entre los libros que me han impresionado. Lo malo de la muerte de Chirbes es que ya no habrá más novelas del escritor valenciano.
La sonrisa final ha poblado incluso los principales informativos de televisión que estos días han recogido una buena noticia para los herreños y canarios en general: hace unos días, durante un par de horas, El Hierro se abasteció únicamente de energías renovables. Que cunda el ejemplo.