No es que a uno le sorprenda que en este país una abuela de 63 años, Josefa Hernández, de Fuerteventura, acabe con sus huesos en la cárcel para cumplir una sentencia de seis meses por negarse a demoler su casa, construida de forma ilegal en un parque natural. Sorprende que quien debe ejecutar la sentencia no tenga en cuenta sus circunstancias: carece de otra vivienda donde cobijar a sus dos hijos (uno de ellos con una importante discapacidad) y a tres de sus nietos, todos ellos a su cargo. Resulta sorprendente, eso sí, la facilidad con que otros consiguen eludir la acción de la justicia en casos similares, como ocurrió hace unos meses gracias a un indulto del gobierno al empresario grancanario Miguel Ángel Rodríguez condenado por unas obras ilegales hechas en un espacio natural protegido.
Los que deben estar buscando como desesperados un indulto de sus mujeres y/o parejas son los 30.000 canarios que han utilizado la red social Ashley Madison para citas…discretas, según reza la propaganda del sitio web en cuestión. El caso es unos hackers cabreados con la web han sacado a la luz los datos de 39 millones de usuarios de esta red de citas extramatrimoniales utilizada para echar una canita al aire que decían nuestros abuelos. Ya se sabe que a las redes las carga el diablo. He notado en estos últimos días cierto nerviosismo y palidez en algunos conocidos con fama de crápulas, pero no me atrevía a preguntar la razón. Moraleja: en las redes también se pilla antes al mentiroso que al cojo.
Canarywood
Como loco esta el personal con la próxima llegada a Tenerife del actor Matt Damon y su colega Tommy Lee Jones (prefiero a este último cien veces) para rodar varias escenas de la próxima peli de la saga Bourne. Los caza autógrafos y selfies van a tener curro del bueno, como los cientos de contratados para esta producción, que según las autoridades dejará en la isla la no despreciable cifra de 14 millones de euros. Me pregunto si los productores estarían dispuestos a soltar un poco más de pasta si colocamos al alcalde tinerfeño José Manuel Bermúdez– ahora que lleva barba- en un cameo o al mismísimo presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, mochila en ristre, en una aparición como las que hacía Alfred Hitchcock en su pelis. Para un papel de malote en la peli, en Canarias tenemos muchos candidatos, y se que muchos piensan en José Manuel Soria que viste elegante, sabe idiomas, y tiene un punto que, con perdón, recuerda a Alan Rickman. A ver si cuela…
Es una pena que con el tirón que tienen las islas a la hora de servir para la producción de películas nacionales e internacionales, no exista un festival de cine acorde a sus posibilidades que impulse esta industria. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián nació hace 62 años gracias al impulso de un esforzado grupo de comerciantes locales que deseaban prolongar la llegada de turistas más allá de los dos cortos meses de verano. Contaron en principio con la ayuda del ayuntamiento y autoridades provinciales y ahora es un referente en el mundo de la cultura cinematográfica. El Festival genera además un impacto económico importante: bit.ly amén de otros beneficios de promoción inconmesurables. En muchos países ya saben que la cultura genera riqueza.