“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza”.
Jean-Jacques Rousseau
El contacto con la naturaleza se ha asociado con la salud en multitud de estudios. El tiempo que pasamos en calles con árboles, jardines, parques o en nuestros montes y bosques está firmemente asociado con resultados saludables objetivos para nuestra salud.
Cuanto menos verde es el entorno de una persona, más riesgo de morbilidad y mortalidad -incluso cuando consideramos el estatus socioeconómico, laboral o intelectual de las personas-. El rango de resultados saludables específicos asociados a la naturaleza es evidente, incluyendo depresión y ansiedad … La cercanía de lo verde está asociado a la expectativa de vida.
Estos descubrimientos nos muestran la posibilidad que este contacto pueda ser un determinante mayor de nuestra salud. “Lo verde” puede constituir una poderosa y barata forma de promoción de la salud.
Estar en la naturaleza relaja nuestra mente. Esto, además consigue la mejora de nuestro sistema inmune. Son algunas de las conclusiones de un reciente estudio llevado a cabo por M. Kuo.
Cuando nos sentimos a salvo, nuestro cuerpo dedica sus esfuerzos a objetivos a largo plazo que nos conducen a resultados que potencian nuestra inmunidad. Estamos felices y absorbidos por una sensación de pertenencia y comunión con lo que nos rodea. Nuestro sistema parasimpático está feliz, y nuestro sistema inmune recibe un chute de vitalidad.
Quizás decidamos que un buen paseo por el campo o la playa resulta más reconfortante que cualquier otro remedio externo. Al menos para variar.
Leocadio Martín Borges Psicólogo
www.leocadiomartin.com @LeocadioMartin fb.com/LeocadioMartinCambiate