Los cien días y Pulgarcito

Desconozco a quien se le ocurrió la efeméride de “Los cien primeros días de…” en su nuevo puesto de trabajo, bien sea el presidente de la comunidad de vecinos, el entrenador de la UD Las Palmas, o de la apertura del Primak de la Gran Vía madrileña. El caso es que con este recurso periodístico tan subjetivo como inútil en muchos casos, nos vemos envueltos en reportajes, resúmenes y miles de opiniones sobre, por ejemplo, lo hecho hasta ahora por el gobierno de Canarias y su presidente Fernando Clavijo.
Desconozco a quien se le ocurrió la efeméride de “Los cien primeros días de…” en su nuevo puesto de trabajo, bien sea el presidente de la comunidad de vecinos, el entrenador de la UD Las Palmas, o de la apertura del Primak de la Gran Vía madrileña. El caso es que con este recurso periodístico tan subjetivo como inútil en muchos casos, nos vemos envueltos en reportajes, resúmenes y miles de opiniones sobre, por ejemplo, lo hecho hasta ahora por el gobierno de Canarias y su presidente Fernando Clavijo.
A tenor de reflejado en las hemerotecas, sabemos de buena tinta que tenemos un presidente de gobierno viajero (lo de llevar mochila, es un signo inequívoco). Ha estado en Bruselas, reclamando pelas, digo euros; con el presidente Mariano Rajoy que le hizo una rebajita, se ha entrevistado con Stephen Hawking, visitado el Roque de los Muchachos, comprado chupa chups en los aeropuertos y tiene más puntos en la tarjeta Binter que los que dan al año en un quirófano del HUC. Y además estuvo el 12 de Octubre en el desfile de la Hispanidad. Gracias a los reportajes (como el de Canarias 7) sabemos que corre que se las pela, toma infusiones (tila, supongo), es más guapo y alto que José Luis Barragán, tiene un pedazo Mac en el despacho y un Apple Watch en la muñeca.
¿En cuanto a la gestión? Sabemos que le cae mal el presidente del Cabildo de Gran Canaria (y viceversa), que tiene a Carlos Alonso, presidente del Cabildo tinerfeño, en el papel de amenazador del pacto de gobierno, y que a estas alturas todavía se está nombrando al personal en las diferentes empresas del gobierno. ¿Pero qué más quieren con semejante agenda? … ahora sólo falta que se ponga a gobernar, con hechos. Los cien días de buen rollo han terminado y ahora le van a escrutar con lupa y garrote.
Pulgarcito
De pequeño, como a muchos de mi edad, nos leyeron muchas noches, buscando el sueño, el cuento de Pulgarcito. Ya saben, el pequeño niño no más grande que un pulgar, que para volver a casa dejaban piedritas blancas para señalar el camino. Me acordé de este relato al leer hace unos días que un zoquete que pretendía participar en el Tenerife Bluetrail, había marcado con espray de varios colores, mojones, piedras y lava solidificada con el objetivo de no perderse en la carrera. Teniendo en cuenta que hizo 380 pintadas, estaba claro que si se perdía era por problemas de agudeza visual. El caso es que hacer esto en un Parque Natural como el del Teide, está muy mal y además prohibido. Al deportista despistado, al parecer de nacionalidad italiana, le puede costar una multa de varios miles de euros. No hace mucho visité Florencia, una de las ciudades más bellas que he conocido, y era fácil confundirse de calle para ir de la Piazza Della Signorina al Duomo. Si hubiera utilizado un espray para no perderme, me hubieran colgado del Ponte Veccio. Y con razón.
¡Feliz semana!