Creo que la creatividad está en todos nosotros, algunas personas la tienen más desarrollada que otras, pero eso no significa que este segundo grupo de personas no puedan llegar a ser más creativos si trabajan para ello.

La creatividad definida por la RAE como “facultad de crear” y “capacidad de creación” es un término que muchos asocian exclusivamente con las artes tales como la pintura, escultura, fotografía, cine, audiovisual, teatro etc… pero creo que se equivocan. Bajo mi punto de vista, es un concepto que va mas allá de pintar un gran cuadro o interpretar una gran obra teatral ya que, tal vez, no nos demos cuenta pero la aplicamos en muchísimas más situaciones de nuestro día a día. Por ejemplo, si practicamos algún deporte de grupo e ideamos una estrategia para vencer al equipo contrario, cuando estamos en clase y no tenemos compás y utilizamos algún objeto circular para hacer una circunferencia o cuando tratamos de explicarle algo a alguien y no nos entiende e intentamos buscar otras maneras de contarlo para que nos comprendan mejor etc…

La creatividad nace de la reflexión, de la búsqueda de la innovación, del deseo de romper con la monotonía, de la curiosidad, de la inspiración y sobre todo del uso del pensamiento lateral, es decir, salir del foco vertical, “normal” o “lógico” y ver las cosas con otra perspectiva.

Sin embargo, me gustaría hacer especial hincapié en algo que me pareció muy interesante y que Edward de Bono comentaba en un vídeo sobre el pensamiento lateral: “no hay que confundir diferente con creativo.” Algo puede ser simplemente diferente, sin ninguna función, ni argumento ni utilidad y muchos lo ligarían con creatividad cuando únicamente se refiere a algo diferente.