¿Qué apostamos?

“El juego está arreglado, naturalmente. Pero no te detengas por eso: si no apuestas, no puedes ganar“.
Robert Heinlein
Seguro que ustedes también se han dado cuenta. Hace ya unos pocos años que las apuestas -de todo tipo-, se han colado en nuestras vidas. El deporte se ha visto invadido por este ¿nuevo? modelo de publicidad. Ya no es raro que se discuta sobre fútbol o resultados, ni siquiera es una cuestión de conocer la vida privada de las estrellas futbolísticas. Va mucho más allá. Se apuesta incluso a que un jugador ¡se quite la camiseta! tras marcar un gol.
Más allá de lo ridículo o no que nos pueda parecer, el juego, las apuestas en particular, se han metido de lleno en nuestras vidas. Añadimos a las clásicas oportunidades que teníamos: quiniela, lotería, cupones, … la posibilidad de esta nueva forma de jugarnos nuestro dinero y, exponernos a una peligrosa adicción.
Porque, no nos equivoquemos, el juego patológico existe. Y causa muchos problemas a la persona y familia, que los padece. Tanto como la adicción a sustancias. O más.
Pero este tipo de dependencia -no química-, no parece verse de una forma tan perniciosa por la sociedad. Somos más tolerantes con ella. Pensamos que no tiene porque ser algo malo.
Y no se regula. Podemos oír o ver referencias o incitaciones directas al juego en la radio, la televisión o en internet, aparentemente sin control. Cualquiera puede apostar. A cualquier hora.
¿Por qué les cuento todo esto? Probablemente por deformación profesional. Pero no puedo dejar de sentirme sorprendido que esto ocurra, mientras hemos regulado severamente, la publicidad de las drogas legales.
Quizás es hora de plantearse como hacerlo con este, no tan nuevo, fenómeno, de las apuestas a todas horas.
Mi propuesta es simple. Conocemos los perjuicios del juego patológico. Regulemos su publicidad, al menos como hacemos, con otros potenciales objetos de adicción y dependencia.
Esto o permitamos que sean las personas las que decidan a que engancharse. Tabaco, alcohol, bingo, apuestas deportivas … Y ya puestos, cocaína, heroína …