Los ojos de gata

La mirada curiosa, intrigante, luego comprendes que hay timidez y preguntas. El cuerpo como una palmera, una torre, una escalera hacia el cielo. Las manos infinitas, todo belleza. Las manos creadoras, hacedoras. Nadie mueve un cigarrillo con la elegancia que ella lo hace. Nadie mira como ella, los ojos y las manos, la madera, el metal, el fuego. Pero ella es agua también y aire.
Hace años, siendo un adolescente, acompañé a mi amigo Félix Francisco Casanova a un recital de poesía en el que él participaba y que organizaba la escritora Pilar Lojendio. Allí estaba ella, discreta, pero con una presencia que destacaba entre el público. Al finalizar le pregunté a Félix quién era aquella mujer tan especial, con cara de diva italiana, parecida a Silvana Mangano, una llama en un bosque. –Es la madre de Marilén y es escultora- me dijo.
Después de aquel encuentro empecé a interesarme por su obra que, desde el principio, me pareció fascinante, de una modernidad inusitada. Luego coincidimos muchas veces en inauguraciones de exposiciones y recuerdo, especialmente, una noche divertidísima en casa de Enrique Lite, después de la presentación de los libros de poemas de su hija Belén Castro y de Enrique Otazo. Sólo anécdotas.
Lo importante es la artista, la escultora que mira y anda como una gata, que, a lo largo de los años, ha construido una obra de una pureza total. Para conseguirlo ha trabajado incesantemente. Su obra me impresiona, me sobrecoge por su fuerza, limpia, diáfana, hermosa siempre.
Posiblemente, sea una de las más grandes en la escultura contemporánea, comparable a Louise Bourjois, que fue reconocida sólo en el último trayecto de su vida. Pero nuestra escultora nació y vivió lejos del continente, en Tenerife. Creo que no se le ha reconocido plenamente su valía, es una joya rara, una mujer magnífica. Nadie le pudo prohibir ser artista, a pesar de los ninguneos y los egos superlativos de tantos mediocres.
La mujer felina, la escultora, la maestra, la persona, la artista, se llama María Belén Morales.
(*) Alfonso Delgado es psicólogo, artista plástico y actor
(María Belén Morales murió este pasado domingo en Santa Cruz de Tenerife. Alfonso Delgado publicó este texto originalmente en Diario de Avisos. Mayo 2013)