Buhari debe pedir perdón
Por Nicolás Mba
“No sé a qué partido político pertenece mi mujer, pero creo que su lugar está en mi cocina, en mi sala de estar y a otra habitación”
Así respondía el viernes pasado Muhammadu Buhari, presidente de la República Federal de Nigeria, a la pregunta de a qué partido pertenece su mujer, que le hizo un periodista durante su rueda de prensa conjunta con Angela Merkel en la República Federal de Alemania, ante la mirada incrédula del mundo.
Tan pronto como las redes sociales y resto de medios de comunicación empezaron a hacer eco de estas horrendas declaraciones del presidente Buhari, su jefe de comunicación salió en su defensa a través de Twitter, diciendo que se trataba de una broma, que el presidente respeta a las mujeres e incluso ha llegado a nombrar a mujeres en puestos importantes. En un ejercicio de patetismo descarado que empeoró la situación y aumentó el enfado de muchos, pero sobre todo, de muchas.
Esto es intolerable por muchas razones: primero, es muy triste que alguien, sea de donde sea, ocupe el cargo que sea, pueda pensar así. En segundo lugar, lo es también porque lo dijo en público, en un país extranjero y en un viaje oficial, rompiendo cualquier tipo de respeto a la representación de toda la ciudadanía de su país que él ostenta. La tercera razón por la que estas palabras suyas son intolerables, es que precisamente, la Unión Africana ha declarado este año como el año de los derechos de las mujeres en África.
Que al señor Buhari no se le haya ocurrido mejor respuesta, es muy triste sobre todo, cuando todas las comunidades africanas presentes en los países europeos están haciendo grandes por introducir una imagen alternativa de África en el imaginario colectivo europeo. Esfuerzos que van amplificados por diversas organizaciones y personas individuales comprometidas con África.
Nos negamos a aceptar que uno de los pocos presidentes africanos electos democráticamente piense que puede halar así de las mujeres e irse de rositas. Peor cuando tiene mucho que agradecerle a su esposa, Aisha Buhari, una mujer con un sinnúmero de títulos académicos y reconocimientos sociales a nivel nacional y también a nivel internacional.
Parece que el presidente de Nigeria lleva mal que su mujer, una de las principales bazas que le auparon a la presidencia el año pasado, le haya advertido en una entrevista, de que si no hay un cambio positivo en la línea política del gobierno, ella no volverá a hacer campaña por él. En otras palabras, que no cuente con su apoyo para una eventual reelección. Como siempre, algunos hombres vamos de igualitaristas e incluso nos atrevemos a llamarnos feministas, pero tan pronto como una mujer intenta cuestionar nuestra autoridad, sale el primitivo y machista que muchos seguimos llevando dentro.
Por Aisha Buhari, por la niñas y las mujeres Nigeria y de todo el mundo, por la dignidad humana y por África, Muhamadu Buhari debe pedir perdón públicamente y mostrarse realmente arrepentido de sus palabras.
(*) Nicolás Mba Bee Nchama es estudiante y forma parte de la Asociación de Estudiantes Africanos en la Universidad de La Laguna (ULL)
