Menos carnaval y más negocio

Por Juan Manuel Pardellas
Menos carnaval y más negocio. Al menos esa fue mi impresión tras recorrer el Excel London, el enorme edificio que se levanta a pocos minutos del Canary Wharf de Londres, sede de la feria World Travel Market, la principal a este lado del mundo, donde se convoca cada año a más de 5.000 profesionales y 3.000 periodistas. Donde antes llegaban nuestros tomates, ahora lo hacen los embajadores de una de las más potentes industrias de toda Europa, las empresas e instituciones de Canarias.
“ABTA – el consorcio de agentes de viajes británicos- nos asegura un 27% de turistas británicos para este invierno y para verano ya tenemos un 37% más de reservas respecto a este pasado de 2016”, anunciaba exultante el presidente Fernando Clavijo, durante la inauguración de las jornadas canarias en la WTM. Optimista Clavijo, pero no satisfecho. Quiere que la principal industria de las islas, la que por sí sola supone un 35% del empleo y en la que trabajan más de 260.000 personas (dicho por él), haga más huecos para nuestros jóvenes, para parados de larga duración y para los mayores de 40 años castigados por eres y reducciones de plantilla. Y así se lo dijo a los máximos representantes de la patronal, allí presentes, justo delante de él, entre tablas de surf, zumos tropicales y vídeos de ballenas piloto, windsurfing, senderos y astroturismo.
El pabellón de Canarias se convirtió desde el mediodía en un hervidero de citas y reuniones. No había ni una silla libre en la zona de reuniones y otros muchos encuentros, casuales o programados, tuvieron que hacerse de pie. Justo lo contrario que alguno de sus competidores. A esa misma hora, las más de 30 mesas del Mar Rojo, en Egipto eran un solar, como buena parte de los destinos de Oriente Medio. Y Marruecos, encajado entre Egipto y Qatar, apenas podía sacar músculo.
Expectación máxima concitaron las zonas de América (Perú, Colombia, sobre todo), Estados Unidos, Canadá, las islas paradisiacas (Barbados, Sheychelles, Cuba a reventar de profesionales), India, Tailandia, Vietnam, y los destinos del África Safari (Kenya, Zimbawe, Namibia, Tanzania, Mozambique, Malaui, Sudáfrica) o los más cercanos a Canarias gracias a los vuelos de Binter: Cabo Verde, Senegal, Gambia. Y, sobre todo, Europa replegándose a sí misma, concentrando muchas de las citas de la mañana: Italia, Irlanda, Croacia, Francia, y hasta Turquía.
En todo el recorrido claro que había oportunidad de ver actores que encarnaban al barbudo, manco y rugoso Mark Hamill (Luke Skywalker) en su retiro irlandés del Episodio VII de Star Wars, o a Thor en Dubai, modelos esbeltas del Moulin Rouge de París, Masais altos, jugadores de rugby de Samoa, al mítico purero cubano José Castelar y a los trajes tradicionales de Bolivia, India, China o Kerala (al suroeste de India). Pero la feria, al menos hoy, dejó a un lado el jolgorio (de hecho, apenas había ruido o músicas), el humo, la fiesta, lo superfluo, el carnaval, para concentrarse en un negocio que ha dado un vuelco espectacular en los flujos de millones de turistas, a golpe de (malas) noticias. La sensación de este primer día es que no había tiempo que perder.
Para el cajón de las sugerencias, Grecia convirtió su zona en un gran y elegante mercadillo de exquisiteces locales, Italia creó un lujoso restaurante a la carta, Turquía trajo arena dorada de sus playas y se vendía como “El paraíso”, Dubai puso sillas colgantes con gafas 3D, Kenya invitaba a los visitantes a un fotomatón como recuerdo, Costa Rica rompió la anodina y aséptica luz blanca dominante en toda la WTM con techo y suelos propios, de color verde, rodeados de frondosa vegetación y madera. Y los actores que vendían Irlanda y Dubai como plató para cine o tv con importantes inventivos fiscales me provocaron (que diría un colombiano) una pregunta: cuándo incorporaremos a nuestra promoción turística las escenas rodadas en las islas por superestrellas del cine en Como reinas, Furia e Ira de Titanes, A todo gas, Jason Bourne, Éxodus, Aliado, Palmeras en la Nieve y tantos títulos de éxito de los últimos años y lo convertiremos en un elemento más de nuestra oferta, hasta llegar al objetivo marcado por el presidente Clavijo en su discurso de esta mañana: “hacer de Canarias el mejor lugar para descansar, divertirse, disfrutar e invertir, en definitiva, el mejor lugar para vivir”.