Alek Wek, de refugiada a supermodelo

Por Paula Albericio
La top sudanesa puede presumir de llevar más de una década entre las modelos más cotizadas, lo cual tiene doble mérito si tenemos en cuenta no sólo los impedimentos de la industria para aceptar la diversidad racial, sino también por sus orígenes y las dificultades por las que pasó en su niñez.
Nacida en el sur de Sudán en 1977, en el seno de la tribu de los Dinka, Alek Wek se vio obligada a emigrar junto con su madre y sus hermanos en 1991 debido a la guerra civil que tenía lugar por todo el país. Una vez instalada en Inglaterra, donde logró que le dieran asilo político, acabó entrando en la London school of Fashion, lo que le dio la oportunidad de comenzar a labrarse un futuro en el mundo de la moda además de otorgarle un amplio aprendizaje.
Cuando tenía 18 años fue fichada por la agencia Models 1 y al poco tiempo apareció en vídeo clips de Tina Turner y Janet Jackson. Ya en el punto de mira de la industria, poco tardaron en Ford Models en llamar a la modelo a sus filas en 1996, con lo que Alek Wek fue aumentando su caché. Un año después, la sudanesa debuta en las grandes pasarelas internacionales desfilando para Alexander McQueen, Chanel, Jean Paul Gaultier y Ralph Lauren entre otros y durante años es una de las musas del maestro Yves Saint Laurent. Y a ello suma el gran número de editoriales internacionales de prestigio que ha protagonizado junto con campañas para Nars, Clinique o Issey Miyake. En el 2007 publicó un libro autobiográfico llamado Alek: de refugiada sudanesa a supermodelo, donde cuenta entre otras anécdotas el comportamiento racista que se esconde detrás de las pasarelas.
Su distinción y elegancia han hecho que recibiera varios galardones: La Venus de la moda de París, MTV Model of the Year en 1997 y Modelo del año por la revista i-D.
Hoy, casi retirada de las pasarelas y seleccionando escrupulosamente sus apariciones, Alek Wek está volcada en su labor como activista del Comité americano de Apoyo a Refugiados, y cediendo su imagen para promover actos y ayudas para gente que como ella ha sufrido las consecuencias del horror de las guerras.