África contra la piratería

El 15 de octubre, más de 40 países miembros de la Unión Africana (UA), firmaban un acuerdo histórico con el fin de frenar la piratería y otros delitos marítimos en las costas del continente. El acto puso fin a una cumbre celebrada en la capital de Togo, Lomé, en la que estuvieron presentes muchos jefes de estado del continente, lo que pone de relieve la importancia otorgada a la reunión.
La cumbre de Lomé es un hito a la hora de luchar contra la piratería, la pesca ilegal y otros crímenes cometidos en aguas africanas, que hasta ahora prácticamente gozan de impunidad por la falta de medios y determinación política para luchar contra ellos. Este convenio establece la creación de se un fondo de seguridad marítima, además de fortalecer la cooperación y la comunicación entre los gobiernos de la región.
El 90 % de las importaciones y exportaciones africanas son transportadas por mar, de ahí que la seguridad marítima sea tan importante para el desarrollo económico de todos los países del continente. Se calcula que, por ejemplo, los países costeros de África Occidental pierden anualmente unos 1.3 mil millones de dólares, debido solo a la pesca ilegal. Situaciones similares se viven en el Sur y Este del continente.
Hay estudios que afirman que combatiendo la pesca ilegal, África Occidental podría llegar a crear unos 300.000 empleos.
Decimos que nos encontramos ante un momento histórico porque por primera vez los estados africanos son capaces de ponerse de acuerdo y destinar recursos para este fin que está lastrando sus economías. Basta recordar que hace solo algunos años, fue la Unión Europea la que tuvo que salir a combatir la piratería de las costas somalíes ante la incapacidad de los gobiernos de la zona.
Tradicionalmente, han sido barcos europeos, muchos de ellos españoles, los principales responsable de la pesca ilegal, no declarada y no regulada (INDNR). A medida que la Unión Europea ha ido tomando medidas contra ella consiguiendo que cada vez sea más difícil su llegada a los mercados europeos, los barcos chinos han ido copando el sector. Se calcula que estas naves pueden ser responsables de más de un tercio de todas las capturas realizadas en las aguas de África Occidental. Muchas comunidades locales dependen del pescado para sobrevivir y la pesca INDNR les priva de esta fuente de proteínas y vitaminas, además de condenar al paro y a la migración a muchos de sus jóvenes.
Igualmente, en los últimos años, la piratería ha disminuido en las aguas del golfo de Aden pero ha aumentado en el de Guinea, teniendo a Nigeria como centro de esta actividad. El contrabando de petróleo y los problemas sociales y políticos de la región han convertido a las aguas de esta zona en una de las más peligrosas para el tránsito marítimo.
Al igual que a la hora de combatir la pesca ilegal, las naciones africanas cuentan con escasos recursos para luchar contra la piratería y los disponibles, además, ha logrado pocos éxitos. Ahora, el hecho de que por primera vez estos países aúnen fuerzas abre una puerta a la posibilidad de poner fin a estas lacras. También establece el marco para una mayor cooperación a nivel internacional que debe comenzar con la firma de acuerdos con China para que esta cumpla los acuerdos internacionales y se convierta en aliado de la lucha contra la pesca INDNR, al igual que debe seguir aumentando la cooperación con la Unión Europea. De lo contrario el acuerdo quedará en papel mojado.
Si se consigue poner en marcha y hacer efectivo el plan firmado en Lomé, se dará comienzo a una época de seguridad y respeto a la integridad de los países que puede desencadenar un nuevo crecimiento económico de la región y abrir múltiples oportunidades de inversión y negocio para emprendedores locales e internacionales.