Hermana Radio: Juan Luis Calero

La Señora, El Caballero, Dioni, Don Ezequiel, Jerónimo Saavedra, Lorenzo Olarte, César Manrique, Luis Morera, son voces que una vez hizo suyas Juan Luis Calero y que ya no se pueden disociar de él mismo. Graduado en Filosofía (UNED-ULL) y Máster Universitario en Filosofía Teórica y Práctica, especialidad Historia de la Filosofía y Pensamiento Contemporáneo (UNED), ha colaborado en casi todos los medios de comunicación de Canarias, escritos, radio y televisión. Además es un poeta, filósofo, como ha demostrado en sus libros Guirrea de támbaras, Piel de grillo, El Sobrado (Colección de artículos) y la novela corta El Porvenir de Juana Vizcaíno. Es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Actualmente realiza el Doctorado en Filosofía en Madrid. Y, sobre todo, es una de las grandes voces de la radio en Canarias.
¿En qué año empezaste a hacer radio?
En 1981, aunque ya en 1974 empecé a hacer teatro leído y radiofonismo en la Universidad Laboral de Las Palmas guiado por unos excelentes profesores.
¿Cómo y por qué?
Mi primera intervención en la radio fue en el programa Medianoche, de Antonio José Alés, en la Cadena SER. ¿Por qué? Porque los amigos a lo largo de la vida no han hecho más que gastarme bromas pesadas, y los periodistas Carmelo y Martín Rivero me incluyeron esa noche en la lista de invitados.
¿Qué emisoras escuchabas entonces?
Radio Nacional, la Cope y la SER.
¿Voces y programas?
Jesús Quintero, Luis del Olmo, Luis de Benito, Antonio José Alés y Magín Revillo.
¿Y ahora?
Ahora escucho Radio María, y no es ninguna broma. Es de lo más decente que hay, en vista del panorama.
¿De qué las actividades, programas, etc desarrollados en tu vida estás más satisfecho y guardas mejor recuerdo?
Nunca he tenido una concepción individual del trabajo en la radio. Por tanto, en cada momento he encontrado motivos para la ilusión, porque todo se reduce a que los amigos coincidamos en antena con el ingenuo propósito de hacer una radio que guste a todos. Todas las etapas han sido buenas, incluso ahora que solo soy un oyente, que estoy fuera de los medios.
¿Qué destacas de la Radio de hoy?
Hacer un análisis global de la radio en España es difícil, y no me encuentro en condiciones de hacerlo porque ya no escucho tanta radio como antes.
¿Y qué no te gusta?
No me gusta la radio que no se trabaja, la que se improvisa sin una base, la que pierde el ritmo por estar con los ojos puestos en las redes sociales, la radio que huele a desánimo y a pesimismo. Tampoco me gusta una radio virada hacia dentro para gustarse a sí misma. Nunca hay que olvidar a los oyentes, no me gusta la radio dirigida a una camarilla que siempre nos reirá, o no, la gracia. Siempre he tenido un concepto amplio de la radio y un profundo respeto por el oyente.
¿Le ves futuro?
La radio ha superado todas las pruebas, ha dejado atrás los momentos de duda que la colocaron al borde de la extinción. Hoy ha tomado fuerza y sigue siendo la portadora de la palabra, de la música, de los acontecimientos que van trenzando nuestra historia diaria.