Animales

Por Leocadio Martín Borges
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
Albert Einstein
Vivimos en estos días, en Tenerife, con el shock en el cuerpo, de ver como una organizada red de traficantes de animales, se dedicaban a comerciar con el sufrimiento de éstos, mediante peleas de perros.
La pregunta a la psicología es inmediata ¿qué puede estar pasando por la mente de estas personas para hacer sufrir a seres vivos y disfrutar con ello? Aparte del evidente beneficio económico, tras quien disfruta viendo sufrir, encontramos a personas con rasgos psicopáticos. Con una total carencia de empatía.
Ante la otra pregunta que se nos viene a la cabeza también hemos de ser muy categóricos. Si, estas personas pueden pasar del maltrato animal al humano con menos dificultades que lo haríamos cualquiera de los que intentamos que la compasión forme parte de nuestra vida y de la educación de nuestros niños y niñas.
Detrás de este espectáculo, hay mentes que juegan con los más bajos instintos del ser humano para lucrarse con ello. No nos despistemos. No hay mucha diferencia con quien se dedica a la trata de mujeres o a cualquier otra forma de denigrar al ser humano para su satisfacción.
Son muestras de maldad, que deben ser corregidas y castigadas. Pero, por encima de todo, debemos dedicar nuestros esfuerzos a una educación en la que la humanidad sea el eje de la misma. En la que los valores que nos caracterizan como personas y nos hacen merecer ese apelativo, sea algo central.
Las emociones, nuestras y de quienes nos rodean son tan importantes como los conocimientos sobre materias que nos hacen comprender el mundo que nos rodea.
Difícil es la tarea de rehabilitación de estos, pero tenemos en nuestras manos que cada vez sean menos quienes vean el sufrimiento ajeno como una fuente de diversión.