Africa 3.0

Celebrando el Día de la Mujer en Mali

Por María Rodríguez

Amanece como un día cualquiera en Bamako, la capital de Mali. Sin embargo, hoy es un día especial. Es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y, en este país africano, como en otros de este continente, lo festejan de una manera diferente a como conocemos en España. En primer lugar es un día festivo. Pero sólo para las mujeres . Según expresiones utilizadas por los hombres, las mujeres están “excusadas” y “perdonadas” de no trabajar este día. Nos cuentan que en los puestos de funcionariado no encontraremos mujeres trabajando, pero basta con salir a la calle para ver la clásica imagen de la mujer africana, portando en su cabeza enormes bultos y diversas mercancías, verlas barriendo las puertas de las casas, destripando el pescando o limpiando los platos en un barreño de agua. Pero es el día de la mujer cuando, de un modo u otro, la protagonista que mueve desde un segundo plano el continente africano, deja de ser invisible por unas horas.

Fatime y Fatoumata han entrado al trabajo temprano. Ellas también trabajan hoy. Lo hacen para una agencia de comunicación y van a aprovechar unas horas de la jornada para hacer publicidad entre las mujeres para un evento que realizan a finales de mes sobre formación y empleo. Su destino es el Palacio de la Cultura, lugar donde el gobierno de Mali ha organizado la jornada de la mujer en la que hasta el presidente de la República dará un discurso dedicado a esta mitad tan importante de la población del país que gobierna. Sus compañeros les felicitan el día y ellas se despiden advirtiendo a los varones que cuando vuelvan esperan que hayan preparado la comida para ellas.

Este comentario en tono de broma es un clásico del Día de la Mujer en Mali. En teoría, la mujer no debe trabajar y eso incluye también todos los trabajos domésticos. Este día algunos hombres hacen la comida para sus mujeres pero, como señalan, tanto varones como féminas consultadas, estos son sólo una pequeña minoría. Las bromas de este tipo se utilizan no sólo con los compañeros de trabajo, también se hace en las radios locales, donde se pregunta a los oyentes qué van a preparar a sus mujeres, buscando el feedback con sus llamadas a la radio. Estos comentarios también se hacen en los grupos de la red social Facebook, donde se pregunta a los hombres por las recetas de determinados platos para saber si saben cocinarlos.

Fatime y Fatoumata van vestidas igual, con la típica tela africana, conocida como wax, con motivos en azul y verde pistacho, un fondo jaspeado en verde y rojo, un logo donde puede leerse: “8 de Marzo de 2017 – Mali, Ministerio de la Promoción de la Mujer y del Niño, Día Internacional de la Mujer”, y una frase: “Autonomía económica de las mujeres en un mundo de trabajo en plena evolución”. Esta es la frase que resume el tema de la jornada este año.

Es tradición en África del oeste (la región que conozco de este continente) fabricar una tela con frases, logos, fotografías y/o dibujos para los días especiales, como el Día de la Mujer o el día de Navidad. También lo hacen los partidos políticos, por lo que no es de extrañar ver a gente en cualquier momento del año que va vestida con telas donde se repite una y otra vez la cara del presidente, o incluso la de un líder religoso. Esta tela, con la que cada mujer pide confeccionar el modelo de vestido que desea, se puede comprar en el mercado, pero también es comprada por los partidos políticos, el Ministerio de la Promoción de la Mujer o los jefes y/o jefas de las empresas, para ofrecerlas como regalo a las mujeres. Los vestidos confeccionados con esta tela se estrenan el Día de la Mujer, pero serán utilizados durante el resto del año, y hasta que sobrevivan al uso y la cotidianidad de cada mujer.

¿Por qué es importante el 8 de marzo para las mujeres en Mali? “Porque es un día de encuentro entre las diferentes asociaciones de mujeres donde tienen la ocasión de expresar sus necesidades y ambiciones”, responde Fatime. “Porque es una muestra del reconocimiento de los Derechos de las Mujeres”, señala otra asistente. Pero otra muchacha, Aïssata, va más allá y al preguntarle qué le ha parecido la intervención de las diferentes personas en el Palacio de la Cultura, así como la del Presidente, señala que “cada año escucho las mismas palabras. No necesitamos los mismos discursos cada año, necesitamos acciones para que las cosas cambien, que cada día sea el día de la mujer, del 1 de enero al 31 de diciembre, para que se nos valorice”.

En el evento se encuentran mujeres de toda clase. Mujeres letradas y también las conocidas como ‘líderes’ que saben a qué se refieren cuando hablan de Derechos de las Mujeres. Mujeres que sólo han ido para aprovechar la ocasión y ver si pueden vender alguna de sus pequeñas mercancías, como agua y aguacates, palomitas y galletas, a todo ese conglomerado de gente. Otras de las asistentes pertenecen a pequeñas asociaciones de mujeres que buscan hacer escuchar su voz y dificultades. Otras, sobre todo las más jóvenes, admiten que han ido para divertirse y porque sus amigas asistían. Teléfono móvil en mano y muchas selfies.

Durante el discurso del presidente, donde la puesta en escena está realmente cuidada, la sala decorada con los colores de la bandera de Mali, atril en rojo y buenos focos, una decena de cámaras de televisión y prácticamente todo el mundo vestido de las dos telas que dos fábricas diferentes han creado para este año, Orange, la compañía telefónica, manda dos mensajes de promoción: “Un especial 8 de marzo con Orange, beneficiese del 120% en sus recargas […]”. Un segundo dice así: “Orange celebra el día dedicado a la mujer ofreciendo 800 francos CFA (1,21 euros) de bonificación por cada compra de saldo para Internet”. Las promociones no quedan ahí. En la puerta al edificio hay una de cocinas de gas, en lugar de 15.000CFA (22,85 euros) las venden a 10.000CFA (15,23 euros).

Pero por mucho que este día se celebre como una fiesta no se puede olvidar que la situación de la mujer en Mali es complicada. El machismo que conocemos en todas las sociedades del mundo está acentuado en este país donde la mujer está limitada socioculturalmente, política y económicamente. El primer lugar donde sus derechos se restringen es en sus hogares. El Código Civil de la Persona y de la Familia de este país indica que el hombre es el jefe de la familia y la mujer le debe obediencia. La religión y las costumbres también le dan un estatus inferior al del hombre y prácticas como la mutilación genital femenina, el casamiento precoz o la poligamia atacan sus derechos humanos y de mujer. En la política, las mujeres están subrepresentadas, más aún cuanto más alto es el puesto de decisión. Y, economicamente, trabajan sobre todo en el sector informal y su cualificación es baja, debido a que su escolarización es inferior a la de los varones. Y todo ello en un país donde el 51% de su población son mujeres. “Sin tener en cuenta a las mujeres el país no puede avanzar. Sin mujeres no hay país”, advierte Adja Kamissoko, presidenta de una asociación femenina.

La lucha de las mujeres malienses por alcanzar sus derechos es activa y son muchas las que batallan por su representación y visibilización en la sociedad. Una de sus últimas victorias fue la ley llamada popularmente como ‘la quota’, que hace referencia a que en las nominaciones de las instituciones de la República de Mali “la proporción de personas de uno u otro sexo no debe ser inferior al 30%”. Cuando dicen “uno u otro sexo” es un eufemismo, se refieren a las mujeres que, hasta la fecha, están representadas en una media del 8-9%. La aprobación de esta ley en diciembre de 2015 ha tenido efecto, aumentando el porcentaje en las últimas elecciones locales que tuvieron lugar el año pasado, y muchas mujeres son optismistas en que también lo tendrá con las presidenciales de 2018.

Sin embargo, es sólo un paso más en este largo camino por la igualdad. Un hombre que ha acudido al evento, y que también va vestido con la tela del Día de la Mujer, explica que ha asistido para “dar el gusto a las mujeres”. “Es una manera de agradecer a las mujeres que son quienes nos han traido al mundo”, continúa. Dice que está a favor de la igualdad, pero cuando se le pregunta por la ley ‘quota’, que para que fuera igualitaria debería estar al 50%-50% señala, “no, un 30% está bien. ¿sabes qué pasa? Si a una mujer se le da demasiada autoridad no es bueno”, concluye. Su respuesta deja un sabor agridulce, pero un tercer mensaje de Orange nos recuerda que estamos de celebración: “Orange os desea una muy buena fiesta de las mujeres. Gracias por su fidelidad”.

Click para comentarios

Contesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Si crees en la libertad, en Canarias3puntocero podrás encontrarla. La independencia no se regala, hay que conquistarla a diario. Y no es fácil. Lo sabes, o lo imaginas. Si en algún momento dejaste de creer en el buen periodismo, esperamos que en Canarias3puntocero puedas reconciliarte con él. El precio de la libertad, la independencia y el buen periodismo no es alto. Ayúdanos. Hazte socio de Canarias3puntocero. Gracias de antemano.

Cajasiete Hospiten Binter ANÚNCIESE AQUÍ
BinterNT TenerifeToday 2Informática

Copyright © 2015 - Canarias3puntocero.

subir