Planeta publica la historia Adou, el niño de la maleta, por Nicolás Castellano

7 de mayo de 2015. Un niño de 8 años aparece en el interior de una maleta. Vivo. La fotografía de la pantalla del escáner del puesto fronterizo de Ceuta da la vuelta al mundo. Poco después, la historia es arrinconada por otras decenas de sucesos crueles, inhumanos, injustos, dramáticos de inmigrantes y refugiados, con las que nos bombardean los medios de comunicación a diario. Pero aquella imagen quedó impregnada en la retina del periodista Nicolás Castellano (cadena SER) y, tras dos años, Editorial Planeta la publica entera, descarnada, emotiva y, si tuviéramos dignidad suficiente, para sentir vergüenza. Me llamo Adou es, en realidad, un manual para entender de una vez por todas por qué, cómo y cuándo vienen los que vienen, si cuando lo intentan de forma legal solo les respondemos con la puerta en las narices. Cuando lo lean, lo que recomendamos sinceramente desde Canarias3puntocero, entenderán por qué sólo 56€ fueron tan determinantes.
Dice la editorial en la promoción de lanzamiento que “Nicolás Castellano ha escrito un libro que agarra al lector por el cuello, un libro necesario que rescata a sus protagonistas como seres humanos, no números de una estadística o motivo de una noticia que se esfuma pronto. Un libro que, como dice Luis García Montero -autor del prólogo-, nos obliga a pensar en la clase de mundo que estamos haciendo, o consintiendo entre todos”. Y añade: “esta obra sirve para denunciar la arbitrariedad en las leyes de Extranjería que regulan la reagrupación familiar, que condenan a miles de familias migrantes a separarse de sus hijos durante años o si no para siempre debido a los exigentes requisitos para llevarlo a cabo. En el caso de Adou es aun más llamativo, porque su padre, emigrado a España, cumplía con todos los criterios que exige la legislación de nuestro país para que un emigrante pueda traerse a un hijo menor, y sin embargo tuvo que acudir a una red de traficantes para realizar el lícito proyecto familiar de reunir a todos sus hijos con su madre y su padre”.
Esta obra es una guía para quienes aún no logran entender qué está pasando, por qué tanta gente quiere venir a Europa, qué ocurre en sus países de origen. La documentación del lanzamiento de Me llamo Adou recuerda que “detrás de todas las tragedias no sólo hay seres humanos de carne y hueso, con un nombre, una familia y una historia, sino leyes injustas o mal aplicadas. De modo que las peripecias de quienes se juegan la vida para llegar desde África a Europa nos deberían obligar a pensar en las leyes que se hacen en nuestro nombre, en las grietas de la globalización. Como escribe una vez más Luis García Montero en el prólogo del libro, “la historia que nos cuenta Nicolás Castellano es un buen punto de partida para meditar el mundo en el que vivimos, el mundo que estamos haciendo”.
Me llamo Adou cuenta el día a día de una familia normal en Costa de Marfil (el profesor universitario Alí Ouattara, su mujer comerciante Lucie, sus hijos Michael, Mariam y Alí) y qué les empuja a emigrar, a caer en manos de los pasadores que por una cantidad siempre alta los llevan hasta Europa. En casi 200 páginas, viajamos por media África Occidental (Burkina Fasso, Ghana, Senegal, Mali, Mauritania, Marrueco, Argelia), por Fuerteventura, Ceuta, Madrid, Bilbao y París hasta conocer todas las aristas de un caso que dio la vuelta al mundo, desde los explotadores y estafadores traficantes de personas que se mueven como pez en el agua entre fronteras, policías y ejércitos, hasta las buenas gentes que dieron acogida a Alí Ouattara, el padre de Adou, (guardias civiles, voluntarios de la Cruz Roja, funcionarios comprensivos, abogados, vecinos) y la fría, inhumana, desesperante y ciega administración que les impide entrar por medios legales.
Nicolás Castellano es periodista, especializado en migraciones , asilo y derechos humanos, su trabajo se ha convertido en una referencia imprescindible en este campo. Es autor de Mi nombre es Nadie y, entre otros, cuenta con el IX Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española, la Medalla de Oro de la Cruz Roja Española, el Premio de Periodismo Berta Pardal y el Premio Periodismo Humano 2013.