Africa 3.0

Historia de África

“África no tiene historia como tal”, llegó a decir el filósofo alemán Georg W. F. Hegel en sus Lecciones sobre la filosofía de la historia, pues según el pensador, el continente no evidenciaba el movimiento histórico.

Esto es probablemente lo que pase por la mente de quienes acudan a internet curiosos de historia pre-colonial africana sin un conocimiento previo de ella. Y es que no podemos aprender absolutamente nada del Imperio de Ghana si no lo buscamos explícitamente, no obstante, ¿cómo íbamos a buscarlo explícitamente si no tenemos idea de que existió? Este imperio, reconocido antiguamente como la tierra del oro, “se extendía por las regiones del Sahel entre el Senegal medio y el meandro de Níger” (Christian Maucler y Henri Moniot, Las civilizaciones de África). En este sentido tampoco aprenderíamos acerca del Reino de Benín, del cual hoy en día podemos encontrar importantes obras maestras esculturales en museos y galerías de arte occidentales. Ni de las ciudades Yorubas, desarrolladas al suroeste de la actual Nigeria a partir del siglo XI; algunas de sus civilizaciones podían exceder de los 20.000 habitantes: “eran grandes centros artesanos con sus alfareros, tejedores, carpinteros, herreros y sus habitantes-campesinos dentro de campos bien cultivados” (Christian Maucler y Henri Moniot). Tampoco del Reino de Dahomey, en el que destacan las amazonas negras o Mino (nuestras madres, en Fon, su lengua). Estas guerreras reales, tras batallar salían a exponer las cabezas de sus enemigos, a quienes previamente habían degollado y bebido de su sangre. La participación de las amazonas negras fue relevante en la lucha contra los colonos europeos, fueron las primeras en entrar en combate.

Si ponemos en el buscador de Wikipedia –que es la fuente a la que recurrimos habitualmente, aunque no sea siempre la más acertada- el nombre de cualquier país africano, lo más probable es que en la sección de Historia aprendamos muy poco sobre su época pre-colonial. Hay incluso países, como Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe, cuyo comienzo histórico es remontado prácticamente a “su descubrimiento” por parte de las potencias mundiales. Este hecho en realidad es de lo más lógico teniendo en cuenta que la actual configuración de África en sus respectivos Estados, es casi la misma que se estableció a la hora de su división desde Occidente.

La falta de conocimiento sobre la historia pre-colonial de África es un problema que afecta principalmente a los africanos, ya que desde sus distintas entidades educativas y culturales no se han encargado de dotarle del protagonismo que merece. Este desconocimiento se hace aún más grave cuando, los que queremos, no sabemos exactamente qué buscar de esa historia al encontrarnos con una plataforma como internet, en la que mayoritariamente aparece contada desde un punto de vista eurocéntrico.

Este artículo va acompañado de una breve entrevista a José S. Gómez Soliño, catedrático del Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de La Laguna. Una de sus líneas de investigador como docente, es la de Estudios lingüísticos y culturales africanos. Pertenece al Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna, en el que dirigió el máster, que según indica, tuvo que cancelarse debido a que no alcanzó una demanda suficiente por parte de los estudiantes:

“Los estudios africanos son un concepto muy amplio, porque estudia por un lado los aspectos históricos de la evolución, de las sociedades y los pueblos africanos, pero también los aspectos actuales. Y estudia tanto todo lo relacionado con el patrimonio material, como también el patrimonio inmaterial. Estudiaría las sociedades, las culturas tradicionales, cómo se articulan los estados africanos, su historia, sus lenguas, su geografía, su economía… su todo. Yo diría que los estudios africanos son un concepto global que abarca todas las aproximaciones posibles para un conocimiento integral e integrado de África como continente y de las islas de su entorno. Porque muchas veces cuando hablamos de África la gente tiende a tener una visión continental de África, y es natural que sea así, pero también hay que recordar que África tiene una serie de islas peri-africanas en un entorno insular. Yo diría que hay tres Áfricas: uno continental, uno insular, y luego el de la diáspora, que también entra en el concepto de Estudios africanos”.

En institutos occidentales, la historia de África es historia de la colonización, que es el motivo por el cual el continente tiene cabida en la asignatura Historia cuando ésta no trata de los primero homínidos. Pero buscando en internet, los estudiantes occidentales se encuentran con el mismo problema que los africanos, una visión eurocéntrica de la que es un tanto difícil salir si no se sabe exactamente lo que se quiere buscar. Soliño explica a propósito de mi inquietud el motivo de esta visión eurocéntrica:

“Hay un concepto tradicional de la historia que es el estudio del pasado a través de sus documentos, y los documentos son en principio interpretados en la historiografía europea como textos escritos, entonces en África hay muchas sociedades que no han tenido un sistema de escritura, y por tanto carecemos de información documental escrita para muchas sociedades africanas. En cambio, desde la llegada de los colonos europeos, puesto que los colonos europeos usaban una documentación escrita para toda sus gestiones y para dejar cuenta de todo lo que habían hecho, eso puede tener naturalmente que ver con el hecho de que las historias de África suelen concentrarse más en el desarrollo de África a partir de la colonización, que antes. También hay sociedades con textos escritos muy antiguos como por ejemplo en Etiopía. Pero como han hecho ver algunos grandes intelectuales africanos, y hay un historiador muy importante, ya falleció, que se llama Joseph Ki-Zerbo, en África hay otro tipo de transmisión histórica, que es la transmisión oral, y muchas veces atendiendo a los textos de transmisión oral que nos han llegado podemos tener un cierto conocimiento de cómo era África en tiempos anteriores al periodo de la colonización. También hay que tener en cuenta que no solo tenemos textos históricos que cubren el periodo de la colonización, sino que también hay por ejemplo escritos árabes que son bastante más anteriores al menos para toda la parte norte de África. Te lo repito, como han puesto de relieve historiadores como Joseph, los historiadores europeos están demasiado apegados a las evidencias escritas para periodos históricos pasados, pero en África hay una rica tradición oral que nos ha transmitido información de periodos y de imperios y de fase de resplandor de África que sin esa transmisión oral nos resultarían desconocidos. Y luego también, naturalmente, está la evidencia arqueológica, también aquí hay problemas porque muchas obras y productos materiales africanos fueron realizados en materiales muy perecederos como la madera, o como la arcilla pero así de todas maneras queda todavía suficiente información arqueológica que nos ayuda a comprender el pasado de África. Por lo tanto yo creo que sí, que en principio, la historia africana es una historia influida por la perspectiva europea y por tanto se concentra más en las evidencias escritas, y en ese sentido naturalmente casi toda la evidencia escrita pertenece al periodo de la colonización, pero debemos recordar que hay partes de África donde hay evidencias escritas muy antiguas, para no ir al Egipto yo diría Etiopía. Y si los africanos no conocen mucho que existió la Gran Zimbabwe, que existieron grandes figuras africanas, esto se debe en parte a que en las instituciones educativas y que en las sociedades africanas no se presta la debida atención a esos momentos de esplendor que tuvieron las sociedades africanas con anterioridad a la llegada de los europeos. Y debo decir que desde la Unesco se ha tratado de remediar esa carencia, hay una Historia de África editada por Joseph Ki-Zerbo y publicada por la Unesco, y desde la Unesco se está haciendo un gran esfuerzo porque la historia de África se haga más conocida y mejor estudiada.”

Estoy completamente de acuerdo. De hecho, en una charla suya a la que acudí hace varios años por el Día de África, le escuché mencionar mi cultura de la que yo ni había escuchado hablar: la tradición de Mvet (el mvet es un instrumento musical idiófono, que anteriormente tocaban los trovadores de la etnia fang, concentrada mayoritariamente en Guinea Ecuatorial, mientras recitaban textos de tradición oral).

Así es…

También me gustó escucharlo desmontar el mito del analfabetismo en África en la época pre-colonial…

Hoy día consideramos a una persona analfabeta, una persona inculta, sin educación, sin estudios, primitiva, simple, sin valor… Eso, incluso hoy día, es un grave error, porque una persona alfabeta o analfabeta es una persona que domina o no una tecnología particular, que es la escritura. Pero la escritura es solo una tecnología, un medio para preservar y para transmitir información y sabiduría; hay otros medios para transmitir información y sabiduría que no están basado en las escrituras, y las sociedades africanas tiene una tradición oral muy rica. Y cuando uno estudia los textos heroicos africanos, que hay poesía épica africana, cuando uno los estudia ve que son textos nada simples y muy sofisticados, y además con una particularidades estéticas admirables, por tanto no debemos considerar que, porque la escritura en algunas sociedades africanas se desarrolló tarde y muchas veces al calor de la colonización, esas sociedades, por no dominar la tecnología de la escritura eran simples, muy poco sofisticadas y culturalmente pobres. Desde el punto de vista de la sabiduría, del saber, de la cultura, eran culturas que demuestran una alta sofisticación, no me estoy refiriendo a Egipto ni a Axum, ni tampoco a toda la tradición Etíope, ni tampoco a la cultura reflejada en los textos escritos en árabe, me estoy refiriendo a sociedades tradicionales africanas. Yo dirigí una tesis doctoral de una profesora de la universidad de la UNGE (Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial), Verónica Ñengono Nguema Bindang, y esta estudiante editó y estudió un poema épico fang titulado Nzé ekere ening (El leopardo al acecho del mundo), de Eyí Moan Ndong,  que tradujo y estudió, y es un texto muy sofisticado, nada simple…y es obvio que ahí hay una alta tecnología detrás, pero una tecnología que no está basada en la escritura. ¿Después de todo qué fue de la tradición oral europea? También la Ilíada, la Odisea, se basan en tradiciones orales, se basan en una época en la que no se conocían tampoco la tecnología de la escritura, y cuando uno estudia la Ilíada nadie dice que Homero haya sido una persona primitiva y muy subdesarrollada. Yo hablando de Guinea Ecuatorial hablaría de la tradición del Mvet, es importantísima y tengo la impresión de que las autoridades guineanas, y ni los propios guineanos la valoran, como si los griegos no valoraran la Ilíada, la Odisea, y las dejaran perder porque eso era propio de una época bárbara, arcaica, guerrera, y poco sofisticada porque se basaba en mitos y no se basaba en razonamientos filosóficos, y por tanto como todo eso era una fase ya superada pues no hacía falta prestarle atención y que se abandonara.

Tras esta conversación con el profesor Soliño, solo me queda una última reflexión. Desde luego, algo más reconocidos son los antiguos Imperios de Malí, bajo el mandato de los mansa; el de Axum, con sus grandes obeliscos labrados en una sola pieza; el de Monomotapa, pues a él pertenecen las ruinas de Gran Zimbabue; el Imperio Songhai, el Imperio Asante… debido a sus textos históricos y, o evidencias arqueológicas. Efectivamente, la importancia otorgada a lo escrito y a lo evidente acabó eclipsando la transmisión oral africana, miembros de sociedades como Bambudya, formados en el transcurso de una preparación muy avanzada para preservar y recitar los saberes históricos, no volverían a ser, ¿y cuánto hemos utilizado en África la tecnología de la escritura para hacerlos evidentes?

*Isabel Obama es alumna de Periodismo en la Universidad de La Laguna

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