Candela Tavio. Pintora

Por Esther Mendoza
“Las mujeres podemos ser lo que queramos, todo pensamiento contrario, es un mito establecido por una sociedad obsoleta”
Otra mujer que admiro y además, respeto por el conjunto de lo que es y representa, es Candela Tavio. Hemos hecho algún trayecto de vida junta y la nota de examen es sobradamente más que satisfactoria.
Me gusta su fuerza, su coraje para enfrentar la adversidad y el revés que la vida en ocasiones, nos presenta como oportunidad; no sé si para creer más en nosotras o por el contrario, para recordarnos qué camino debemos tomar. En todo caso, ella es una de esas mujeres que como un junco se dobla y aunque toque el polvo, jamás se parte. Su fuerza y fe en sí misma la hace recuperarse y, como el ave Fénix, retoma aquello en lo que cree firmemente.
Candela Tavío Ventura lleva veinticinco años ejerciendo. Actualmente trabaja como freelance en la faceta de diseño gráfico. Se formó en la Escuela de Arte de Santa Cruz de Tenerife. Y, aunque sus sueños se centraban en el mundo del grabado, comenzó a trabajar tras sus estudios como diseñadora gráfica. Después de dedicarse varios años a ésta profesión, sintió que necesitaba un respiro para recuperar energías y realizar otros proyectos. En esa lista de cosas e inquietudes, retomó la tarea de educadora; una profesión y actividad que le genera en toda la extensión de la palabra, felicidad.
Actualmente está perfeccionándose en la escuela de grabado de la recova donde prepara una exposición llamada “Titiritero”.
¿Cómo te presentarías?
Como una mujer feminista que pelea por sus convicciones, lugar en la sociedad y derechos.
¿El arte es para ti una herencia o un estilo?
Sin duda un estilo de vida. Todo el material de mis creaciones se basa en mi percepción del mundo donde las ideas surgen del día a día. Es tener motivación por hacer cosas, donde la parte económica no prevalece por encima de la pasión.
¿Tu frase favorita es…?
Una de Lao Tse. El agradecimiento es la memoria del corazón.
¿Qué admiras en el ser humano?
La capacidad para sobrevivir a los cambios, a la renuncia, a la adaptación física y mental necesaria ante las experiencias duras. ¡Somos sorprendente!
¿Qué libro te hizo llorar?
“Rojo y Negro” de Stendhal.
Trata de la vida de un joven sin muchos recursos que tiene ilusión por conquistar a una reina. Lo leí con catorce años en plena efervescencia de la adolescencia y marcó algunas de mis creencias al tiempo que reafirmaba otras. Y, el último, separando el cariño que ambas nos tenemos, fue “Instantes”, de Esther Mendoza, por la emoción que despertó en mi ante la sorpresa de lo narrado.
¿Qué te dice la palabra violencia de género?
Desigualdad, dolor, frustración, abandono, omisión, estereotipos de género y sobre todo, violación de derechos humanos.
Las mujeres podemos ser lo que queramos, todo pensamiento contrario, es un mito establecido por una sociedad obsoleta. Este es mi particular mensaje para todas.
¿Crees que la mujer ha sido invisible en el mundo del arte?
La participación de la mujer al crecimiento de la sociedad y la cultura, en muchas ocasiones ha sido invisible, sobre todo, en lo que respecta a la pintura. Durante siglos, el arte ha sido considerado como un patrimonio de la creación masculina.
¿Sabemos contemplar la pintura?
Es una percepción y sólo la apreciamos cuando contemplamos con calma. En mi caso, miro primero el significado y luego la técnica.
¿Derrumbarías algún mito establecido? ¿Cuál y por qué?
Romper el patrón del “colectivo mujer” Existen limitaciones físicas, intelectuales y morales donde las mujeres están sometidas a los varones, que, naturalmente, tienen comportamientos y valores de las que carecen muchas mujeres.
¿Qué canción nunca cantarías?
“Sin ti no soy nada” Amaral