La igualdad de género genera riqueza

La igualdad de género genera riqueza. Las mujeres contribuyen grandemente a la economía rural a lo largo y ancho de todo el continente africano a través de su trabajo como agricultoras, ganaderas, emprendedoras o empresarias, entre otros muchos. Las funciones que desempeñan son diversas y están cambiando rápidamente debido, en buena parte, al cambio climático. A pesar del importante papel que juegan, hay una característica que une a la mayoría de ellas: tienen menos acceso que los hombres a los activos agrícolas, insumos y servicios y a oportunidades de empleo en zonas rurales.
Es por eso que desde hace años, diversos programas trabajan para cerrar la brecha de género en el sector agrícola, principalmente, ya que este es el es el de que tiene una mayor presencia y genera más riqueza en las zonas rurales, y su incidencia en el cambio climático. Piensan los expertos que luchando contra la desigualdad se pueden conseguir grandes beneficios en estos campos que tendrán una gran repercusión directa en la vida de millones de familias y, en general, de toda la sociedad de África subsahariana. Si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los medios y recursos de producción, podrían aumentar las cosechas de sus granjas entre un 20 y un 30% y reducir el hambre en un 17%, según las cifras que maneja la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Por eso, es importante desarrollar e implementar programas que partan del reconocimiento de las diferencias específicas de genero a la hora de abordar la seguridad alimentaria, la gestión sostenible y la resilencia de los ecosistemas y que tengan como objetivo el empoderamiento de las mujeres y los hombres que viven en las zonas rurales de África y, sobre todo, aumentar el poder de decisión y representación de las mujeres rurales.
Por ejemplo, a la hora de frenar la deforestación a la que está sometida la mayoría de los países africanos, es fundamental promover la participación equitativa de las mujeres en la gobernanza de los recursos naturales. Entre otras cosas, el uso de cocinas eficientes, la reforestación para evitar que las mujeres tengan que desplazarse kilómetros para conseguir la leña necesaria para cocinar y el acceso a agua mejorada y la reducción del tiempo empleado en ir a buscarla son claves en en estos proyectos. El ahorro de tiempo que consiguen las mujeres al acortar el tiempo empleado en la búsqueda de agua y leña deja espacio para mejores los resultados nutricionales de sus familias o para la generación de ingresos, a través de pequeñas actividades, que aumentan la resilencia de la familia y, por tanto, de la comunidad.
Como vemos, las mujeres están llamadas a jugar en papel fundamental, por ejemplo, en la conservación de los bosques y selvas del continente africano, los cuales no solo sirven como reservas esenciales de carbono, sino que también proporcionan medios de subsistencia e ingresos a millones de hogares en toda África. Las mujeres que viven en zonas rurales, sobre todo las más pobres, son altamente dependientes de los recursos forestales para su subsistencia. Por eso, la deforestación las afecta de forma muy especial. También es verdad que estas mujeres tienen conocimientos que ayudan a conservar el bosque. Tradicionalmente, hombres y mujeres realizan funciones diferentes a la hora de explotar los bosques y las selvas, pero si se promueve una cadena de suministro sostenible y una explotación responsable, tanto mujeres como hombres pueden actuar como socios igualitarios y trabajar para reducir el impacto del cambio climático, lo cual, una vez más, generará más riqueza para las comunidades locales, mejorará el nivel de vida de las familias y proporcionará más oportunidades para todos los sectores de la sociedad.