Jóvenes que quieren cambiar el futuro

En algunos lugares de África, la noche del 25 de mayo, como parte de las celebraciones del Día de África, entre las las 7 y las 8 de la tarde, se apagaron las luces (donde llega la electricidad) y en su lugar se encendieron velas. Dos razones se encuentran detrás de este gesto. La primera es reconocer que todavía hay millones de africanos que viven en la pobreza energética más absoluta, lo que repercute negativamente en campos como el de la salud, la educación o las actividades económicas. Y eso a pesar de que el continente cuenta con un enorme potencial en lo que respecta a las energías renovables, aunque no solo en este sector, que no termina de despegarse plenamente. La segunda es que estas velas se conviertan en un aviso para los dirigentes políticos del continente, que no tienen el coraje de liderar de la forma que permita afrontar los problemas y dificultades que bloquean el desarrollo de África y, consecuentemente, están poniendo en peligro el futuro de las próximas generaciones.
La iniciativa que aparecía acompañada de las etiquetas #25May2017 y #AfricansRising, ha sido una idea de la organización Africans Rising for Justice, Peace and Dignity.
Durante el lanzamiento de la campaña se ha leído la llamada Declaración del Kilimanjaro que parte de la premisa de que los jóvenes son la base fundamental para construir el éxito del continente y deben desempeñar un papel central en el desarrollo de África. Este documento fue adoptado en una reunión convocada por la organización en la ciudad tanzana de Arusha en agosto de 2016. En ella, la mayoría de los participantes eran jóvenes que creen que tienen la obligación de hacer todo lo posible para mejorar el presente y el futuro de África.
El movimiento recalca que África es el continente más joven pero, en contrapartida, tiene algunos de los líderes más viejos del mundo. Si estos fueran honestos consigo mismo, declara la organización, muchos reconocerían que han estado en el poder demasiado tiempo y, consecuentemente, se han quedado sin ideas nuevas y frescas. Ahora toca a los jóvenes dar un paso al frente. Ellos pueden aportar perspectivas frescas e innovadoras para dar respuesta a los problemas a los que se enfrenta el continente y el mundo en general.
Africans Rising tiene una fuerte convicción panafricanista. Reconoce que cuando en África sucede una desgracia, ya sea por causa de una catástrofe natural o provocada por el hombre, las primeras en prestar ayuda suelen ser organización y personas de fuera del continente. Y denuncia que esta es una excusa utilizada reiteradamente por los gobiernos africanos, la solidaridad hacia las víctimas de las injusticias, para permitir y desear el neocolonialismo y la injerencia extranjera. Frente a esta actitud la Declaración del Kilimanjaro afirma que “somos africanos y luchamos por la justicia, la paz y la dignidad”.
Esta organización también denuncia que en la actualidad existen fuertes violaciones de derechos humanos en países como Burundi, Camerún, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Sudáfrica, Zimbabue… y que son lo jóvenes del continente los que se está organizando y levantando para cambiar estas situaciones, muchas veces poniendo en riesgo sus propias vidas.
Por eso, los impulsores de esta iniciativa quieren que la misma sirva para profundizar la solidaridad entre todos los habitantes del continente. Además, promueven que los africanos sean los primeros en luchar y hablar contra la violación de los derechos humanos, pero teniendo en cuenta que la Declaración del Kilimanjaro les compromete al uso de medios no violentos como forma de resistencia frente a las injusticias.