El sexo no es cantidad es calidad

Siempre he visto la sexualidad como algo fundamental y necesario en la vida. Pienso que la sexualidad forma parte de nuestras vidas, lo quieras o no. Por eso vivir la sexualidad de forma sana es un derecho.
¿Cómo entender la sexualidad de forma positiva? Partiendo de los siguientes básicos:
1.Llegar no es un objetivo, en el sexo no hay metas. No conviertas el sexo en una carrera cuyo fin es conseguir un orgasmo. Todo debe ser goce, placer, disfrute, vivir el momento. Romper con el “mal dicho” de los preliminares. Es pensar en un “juego previo” para lo bueno que viene luego: la penetración. Y no es eso. El acto sexual es desde el beso, las caricias, el oral… El sexo empieza ya con el deseo, las ganas, la mirada, esos juegos de palabras….
2. El sexo no es cantidad, es calidad. Mucho no siempre es sinónimo de bueno. Erróneamente, más cantidad, en materia de sexo, es visto por algunas personas como sinónimo de “mejor”. Tú puedes tener sexo todos los días y no sentirte satisfechx porque solo te dejas hacer.
Cada pareja —cada persona— es un mundo y tiene que encontrar lo que realmente le gusta y le satisface; lo que le sienta mejor y prefiere. El placer -como experiencia personal- no se mide ni se evalúa, se disfruta. Tiende a esfumarse si aparece el examen, la prueba, los objetivos.
La pregunta no debería ser ¿cuánto es lo normal?, sino ¿estoy satisfechx con lo que tengo?
Hay algunas parejas que mantienen un solo encuentro al mes y con eso parece bastarles y están divinas, otras precisan o desean mantener relación todos los días, pues genial. Lo importante es acoplar los ritmos y que gocen en cada encuentro.
3.Quiere, ama tu cuerpo. Esto es muy importante porque si no estás cómodo con tu cuerpo serás incapaz de relajarte y si no estás relajado no hay disfrute, así de sencillo. Tenemos que valorarnos, aceptarnos, y si hay algo que no te gusta a por el cambio, pero con cabeza.
4.El sexo empieza por el cerebro. Hay que liberar la mente. Y no es fácil porque somos fruto de una educación, una cultura, unas circunstancias… Para ello es vital informarnos. El conocer nos da seguridad. ¿Que no tienes placer? busca, lee sobre los puntos erógenos, anatomía… El sexo se aprende. Échale horas. El sexo es cuestión de práctica, nadie nace sabido. Y comunícate: “esto me ha gustado”. Investiguen nuevas posturas, lugares, sabores…
Siempre he visto la sexualidad como algo fundamental y necesario en la vida. Quizás por eso me hice sexóloga. Y tú ¿cómo vives tu sexualidad?