María Crespo y el mundo tras una cámara

Por Esther Mendoza. Escritora y Coach
“Nunca he querido ser como nadie”
Mujeres detrás de una cámara, otra forma de ver el mundo, de plasmar instantáneas que terminan siendo fotogramas de una vida, de la suya en este caso. La timidez enmascara su verdadera esencia que, de repente, aflora como una bebida refrescante cuyas burbujas se cuelan por tu nariz y te hacen cosquillas.
María Crespo Jubera es así, chispeante, alegre, con una simpatía que se cuela por tus sentidos no queriendo articular palabra alguna para seguir escuchando aquella escena qué, jamás…, hubieras pensado que formaban parte de su historia…
- ¿Cómo se muestra María al mundo?
Soy una mujer activa, enamorada de su trabajo, alegre y positiva.
- ¿A qué te dedicas?
Desde el año 2001, soy realizadora y productora audiovisual, actualmente lo compagino con la docencia. Este año me he embarcado junto al genial fotógrafo Juan Cristóbal en el proyecto “Lalolaymeri.com”, donde queremos dar un paso más en el mundo de la fotografía y el vídeo, no ofrecemos un producto queremos ser partícipes de momentos únicos e inmortalizarlos.
- ¿Qué destacarías de tu trabajo?
La dedicación, la pasión, disfrutar con cada imagen que se busca y se crea. Cada trabajo es un nuevo reto y una nueva ilusión.
- Me gustaría que nos comentaras acerca del tratamiento de las imágenes en postproducción ¿Cómo es el flujo de trabajo?
El tratamiento de las imágenes es el penúltimo paso para finalizar un trabajo. Es una fase importante pero destacaría más el tratamiento de las imágenes durante el rodaje, cuidar la luz desde la captación. En el proceso de la realización audiovisual la fase más importante es la preproducción donde se deben prever cada imprevisto, donde se deben preparar no sólo un plan B sino hasta un plan Z! Siempre prefiero e intento captar una imagen de calidad desde el principio, en postproducción siempre se retocan o ajustan parámetros de color, contraste… pero intento que sea lo menos posible. También considero importantísimo una captación del sonido, que muchas veces se descuida. El sonido es el 50% de una obra audiovisual.
- ¿Qué ha aportado la tecnología?
En los últimos años hemos vivido una revolución tecnológica absoluta y estoy muy contenta de haberla vivido. Cambios de formatos, equipos, de flujo de trabajo, nuevas plataformas…
Las limitaciones que teníamos hace pocos años ya no las tenemos, todos estamos conectados en cada momento, se puede trabajar desde cualquier parte del mundo simplemente desde un ordenador. La calidad de la imagen ha mejorado de una manera escandalosa. No hay límites creativos. También pienso que esto no ha hecho nada más que empezar y que vamos a conocer avances que ni imaginamos.
- ¿Quién te ha inspirado en esta profesión?
A lo largo de estos años he tenido a personas que me han inspirado y dado fuerzas y confianza para seguir adelante, dándome una oportunidad, haciéndome saber que podía hacerlo y me han apoyado de manera incondicional. Empecé muy jovencita como técnico de sonido en teatro en la compañía “La Garnacha Teatro”, no sé que vio, el director, Vicente Cuadrado en mí para ficharme pero ese fue el primer paso para decidir entrar en este mundo. Se lo agradeceré siempre. Años más tarde tuve la gran suerte de estudiar en la Escuela de cine en San Antonio de los Baños (Cuba), Adriano Moreno (DOP) fue además de mi maestro, mi amigo y confidente. Hizo que confiara en mí y emprendiera mi camino en este mundo. Fernando Landaluce, me dio mi primera gran oportunidad, aprendí muchísimo a su lado, confió en mí y me inculcó la constancia, el sacrificio, el buen hacer y que no hay límites para los sueños.
Aunque tengo mis directores preferidos y admiro a mucha gente nunca “he querido ser como nadie”, ni me he puesto la meta de llegar hasta dónde alguien llegó.
- El otro lado no profesional de María, ¿cómo lo ocupas?
El poco tiempo libre que tengo, lo dedico a descansar, mucha gente me dice que no tengo punto medio o no paro y estoy en mil proyectos o me dedico a vivir por completo. Disfrutar de la maravillosa isla en la que vivo, la playa, el mar, pasear, escaparme a visitar a la familia, disfrutar con los amigos, una película, una obra de teatro, conciertos… cosas sencillas. Cuando puedo tener vacaciones lo dedico a viajar, viajar y viajar. Conocer otros países, otras culturas.
Mi tiempo de ocio durante más de 20 años ha sido el teatro, viajes y más viajes, montar, actuar, desmontar… horas de furgoneta con los mejores compañeros, amigos y confidentes del mundo, mi otra familia. Por motivos laborales hace un tiempo que no puedo estar ellos pero siempre estoy buscando el momento para escaparme, compartir y sentir los nervios de un escenario. Es una de las mejores sensaciones del mundo.
- ¿Cuál es tu idea de la felicidad?
No creo en la felicidad como un fin si no como una actitud.
- ¿Cómo te gustaría verte dentro de unos años?
Mmmm… qué difícil, vivo mucho el presente y no me gusta hacer planes a largo plazo. Salud, sólo me gustaría tener salud para poder seguir con mis proyectos.
- En que cree María Y, además, cambiaria si tuviese una varita mágica.
Creo en una frase que siempre ha repetido mi madre “haz bien y no mires a quien”. Creo en el que si haces cosas buenas recibes cosas buenas. Creo en el amor, la amistad incondicional, las personas, el trabajo y la constancia.
Y, si tuviera una varita mágica, cambiaria las enfermedades malditas que se llevan a gente antes de tiempo, las guerras, el odio, las envidias, el egoísmo…. Cambiaría muchas cosas…