Entrevista mujeres. Bella Elisa

¿Quién dijo que resultaría fácil?…
Posiblemente ella cuando oyó por vez primera esta pregunta, saltaría inmediatamente diciendo: ¡Nadie!… pero yo me apunto a la aventura de vivir…
Así es Bella Elisa, una mujer emprendedora que cuando las nubes se posan sobre su cabeza, saca el paraguas, las botas de plásticos y baila en los charcos de las dificultades con la música de fondo de Marc Anthony Vivir mi vida
Hace ya unos años que la conozco y cuando tenemos ocasión de compartir algún espacio, tiempo o experiencia, siempre regreso a casa con un excelente sabor de boca. La calidez, la dulzura y su fuerza es su mejor tarjeta de presentación.
Espero que disfruten tanto como yo escuchándola, en vuestro caso, leyéndola…
¿Cómo se presentaría Bella Eisa?
Soy madre, esposa y empresaria. Hace ahora 35 años, fui capaz de sacar una empresa de la nada, y aquí estoy, hecha una emprendedora, siempre emprendiendo.
No pareces de las que se duermen en los laureles de un sueño o proyecto… ¿En qué momento decidiste dirigir la firma Skeyndor?
Mis comienzos, fueron con la formación como esteticista, a mis 25 años. Estudiaba de 20:00 a 22:00 horas, un día a la semana. Cuando terminé, me ofrecieron un puesto de comercial. Probé unos meses y junto con otro compañero, decidimos formar la empresa llamada Jobel. Al poco tiempo, cambiamos de opinión y deshicimos la empresa. A ser yo esteticista y mi compañero dedicado más a la peluquería, me quedé con la firma SKEYNDOR, firma que represento desde ese momento. Entonces, mi empresa pasó a llamarse Exclusivas Mabell, S.L.U.
¿Cómo definirías a la mujer Skeyndor?
La mujer Skeyndor es urbanita, trabajadora, dinámica, exigente, elegante, coqueta. Le gusta verse guapa, que su piel esté bien cuidada y que la elección que ha hecho de sus cosméticos le de una garantía de seguridad y eficacia, en definitiva, que resalte su belleza, que ya de por si la mujer lleva consigo.
¿Cómo ha evolucionado la firma en estas décadas?
La firma Skeyndor comenzó su andadura en 1966 en Tarrasa, fabricando solo ceras depilatorias; luego, ampliaron la gama a cosmética facial, corporal, solar, maquillaje, y, desde hace 10 años, una gama completa para los caballeros. Precisamente, el año pasado celebramos el 50 aniversario de su fundación en el Hotel Abama de Adeje. Allí se congregaron más de 500 esteticistas venidas de todas partes del mundo; Tenemos presencia en los cinco continentes. Siendo las últimas incorporaciones los Emiratos Árabes y Brasil. Skeyndor apuesta por la formación constante de las esteticistas, nuestras principales motivadoras.
Habrá quien piense que eres una afortunada, así que, cuéntanos también los momentos difíciles hasta llegar aquí.
Como todos los comienzos las cosas fueron bastante difíciles. Hacía los catálogos en mi casa con mi cámara; además de invertir todo en nuevos productos para ampliar posibilidades de negocio; al estar en casa, la familia contribuía en preparar los pedidos, colocar mercancías y apoyándome en los momentos en que tenía que permanecer fuera del hogar. Económicamente, hasta el 2004, en que solicité mi primera póliza bancaria, nunca recibí apoyo económico externo. Y así, en el 2008, cuando empieza la crisis, todos fueron dificultades, como para la gran mayoría de las empresas; pero aquí, seguimos sin perder un ápice de entusiasmo.
¿Quién es tu icono?
Mi icono como profesional fue Dña. Magdalena Miquel. Distribuidora de productos estéticos, pionera en la provincia de S/C de Tenerife. Ayudó a muchas esteticistas que empezaban con esta profesión. Esta mujer me inspiró la confianza en que si ella podía hacerlo, yo también. Y si me preguntas por mi icono a título personal, te digo que es Audrey Hepburn, porque me parece muy femenina.
Cuándo alguien te llama superwoman, ¿tú que contestas?
No me gusta. No me identifico con ese arquetipo. Más bien me gusta ser una mujer sencilla, cercana, buena persona, luchadora, que intenta por todos los medios vivir según sus valores.
Una reflexión sobre el camino personal que has recorrido ¿sería…?
La vida me fue llevando, no tanto guiada por un plan perfectamente trazado. Lo que he intentado es aprender de todo lo que me fue aconteciendo. He sido autodidacta en gran medida, y me siento satisfecha de mi capacidad para remontar las situaciones más difíciles que me han tocado vivir. Mi gran apoyo es mi familia, y todos los colaboradores que me han ido acompañando por el camino, a los que les estoy muy agradecida.
Ante una prueba difícil en la vida, ¿puede el amor, el enfado, la rabia, la desesperación, la frustración, y hasta posiblemente la culpa, tomar forma en tu vida y resquebrajarla por momentos?
Pues sí. Soy humana, y me pasa. Aunque también soy una luchadora, y termino secándome las lágrimas y haciéndome la raya del ojo para salir y afrontar esas situaciones tan difíciles.
Un sueño por cumplir y al que no estas dispuesta a renunciar.
La vida es bella, no renuncio a los momentos felices. En cuanto a mis sueños concretos sería, estudiar nutrición y escribir mi libro de cocina, hacer un curso de decoración, viajar, mi asignatura pendiente, disfrutar de la familia, tengo cuatro hijos y una nieta, y de mis amigos. Y sobre todo, siempre pasármelo bien.