Un mundo reconstruido con hilos dorados

A lo largo del 2017 y confío en que también en éste recién estrenado año, me he encargado de plasmar historias de mujeres increíbles. Sus vidas y profesiones han sido de lo más variopinto. Ellas aportaron valiosas montañas de arena que crecían por lo que en ellas imprimían; pasión, dolor, ilusión, deseos, dicha, encuentros y desencuentros, elementos que hacen que una vida sea significativa, no por los logros, que sí… sino sobre todo, por el camino recorrido convirtiéndolas en las mujeres que hoy son…
La mujer a lo largo de la historia tuvo que adoptar personalidades masculinas para hacer todo aquello que le estaba prohibido, que fue mucho. Vivió en la clandestinidad su sexualidad, sus ideales, sus opiniones quedaron relegados a un reducto invisible donde no podían ser escuchados. Denunció injusticias, accedió con máscaras a escenarios prohibidos, transgresora luchó por estar presente en una sociedad de desigualdades, amoral e hipócrita…
”Creo que aun cuesta seguir contando en el mundo”
La principal meta humana, la que prima sobre las demás, es la supervivencia. Se teme perder la capacidad para experimentar y ello, en muchos casos, lleva a un comportamiento mezquino y hostil. Los sentimientos negativos son una forma del miedo. Una lucha encarnizada a la que muchos y muchas se someten, todo esto no es más que producto de un ego que sobrepasa cualquier expectativa humana…
Quizás dejamos atrás demasiadas cosas etiquetadas esperando ser reenviadas a un destino justo. Tal vez, y digo solo tal vez, sea el tiempo o la propia desidia la que se encargue de ese cometido engorroso que nos resta energía cuando se trata de tareas que llegaron sin tarjeta de visita.
Como muchos de ustedes he sentido dolor, conocido la deslealtad, vivido el desamor, experimentado el abandono de aquellos y aquello que creía tan mío… hasta que comprendí qué nada es de nadie… ni tan siquiera, la propia vida.
De aquí nos llevaremos, diariamente trabajo para que ese sea mi caso, una larga lista de ensayo y error, (apto para los más curiosos) y, con ella, momentos grabados en la memoria cuyas emociones ponen titulares a las páginas escritas.
El amor como la amistad, siempre han cumplido un papel fundamental en mi historia; de no haber sido así, hoy no sería quien soy.
Después de la escritura, el coaching me atrapa porque me apasionan las personas, sin ellas no hay historias, no habría debate sobre cuestiones que nos hacen especiales, imprescindibles para estar en este escenario llamado vida donde todos somos una parte de un todo, muebles que se trasladan de un sitio para otro con la fragilidad de una porcelana y otras muchas veces con la brusquedad de un huracán…
He buscado lugares pequeños cuando me he sentido pequeña, lugares grandes cuando me he sentido grande y uno definitivo con raíces profundas cuando recordé quien era.
En mi historia también han habido asaltantes de caminos que quisieron acortar los suyos para correr a un destino de dudosa titularidad, esto me sirvió para reconocer a los que sí me respetan y valoran y a los que aún viven en un satélite paralelo al tuyo, ¿y saben? todo eso fue sumamente importante para mi vivirlo, porque cuando eso sucede, tienes dos alternativas: involucionas y tomas todos los atajos, o decides, aunque cueste un poco más, forjar caminos que no se traguen las tierras movedizas de la vanidad.
Puede que esto moleste un poco, no es mi intención, y se desempolve algunas conciencias escasas de amor así mism@s, egos adormilados de una siesta demasiado larga. En tal caso, nuevamente esto me invita a subrayar la importancia que tiene el tiempo, lo efímero que es y cómo su valor y lo que hacemos con él es postergado a el ocaso de una vida…
Entonces, ya no hay moviola para una segunda oportunidad de una primera impresión…
Hace un tiempo alguien me dijo; a veces, te miro en las fotos y eres tú y también otra… como si dos vidas y universo convergieran al mismo tiempo dándote vida. Eres la que eres atada a la que sueña, eres de ti y de nadie… navegando siempre en el anhelo de ser tú…
Las piezas de la vida de cualquiera de nosotr@s en alguna ocasión han sido reconstruidas y unidas por los hilos dorados del aprendizaje, el perdón, la compresión y no menos importante, la gratitud…Quizás sean los años, o no se trate de eso sino del resultado de la recolección que cada uno hace de su parcela particular la que me ha convertido en un ser más ausente, de esos que se sientan en el anfiteatro a observar más que a participar, a responder solo cuando la pregunta resulta interesante, a estar cuando el otro o la otra valora tu presencia.
Las experiencias me enseñaron a bendecir las vivencias agridulces, a poner tiempo al sufrimiento, pause a los momentos sublimes…, repetición a la actitud de vestirme de felicidad, dulzura a las autocríticas frente al espejo, humor a lo que una vez me enfureció, aceptar que el tiempo pasa para todos igual, pero solo unos pocos podemos brindar con él…
Gracias por leerme, por dedicarme un tiempo de ese valiosísimo segundero que nos recuerda la importancia de sus segundos…
Esther Mendoza, escritora y coach.