La nueva vicepresidenta liberiana tiene un pasado oscuro

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Liberia, celebrada el pasado 26 de diciembre, el exfutbolista George Weah se impuso al exvicepresidente Joseph Boakai, candidato apoyado por la presidenta saliente Ellen Johnson-Sirleaf.
El 22 de enero asistiremos al primer traspaso pacífico y democrático de poderes desde que Liberia fuera fundada por esclavos estadounidenses liberados en el siglo XIX. No cabe duda de que será un acontecimiento histórico. Sin embargo junto a Weah, jurará su cargo como vicepresidenta Jewel Howard Taylor, un personaje que enlaza al país con los años más negros de su reciente historia.
Howard Taylor se casó con Charles Taylor el año que este señor de la guerra llegó a la presidencia del país, en 1997. En abril de 2012, el Tribunal Especial de Sierra Leona lo halló culpable de 11 cargos, entre ellos: asesinato, violación, esclavitud, mutilación y uso de menores soldados. En mayo se dictó la sentencia que lo condenaba a 50 años de cárcel por crímenes de guerra y contra la humanidad. En estos momentos Charles Taylor cumple condena en Reino Unido.
Durante el tiempo que su marido fuer presidente (agosto 1997 – agosto 2003), Howard Taylor desempeñó diversos puestos en el gobierno, entre ellos el de gobernadora del Banco Nacional de Liberia y el de presidenta del Banco de Cooperativas agrícolas y desarrollo, entre otros.
En 2003, Charles Taylor se exilió en Nigeria y en 2006 se divorciaron. Ese mismo año, Howard Taylor se convirtió en senadora por Bong County. Puesto que ha mantenido hasta la actualidad. En 2012, intentó introducir una ley en el Parlamento liberiano que habría convertido la homosexualidad en un delito grave que podría llevar aparejado la pena de muerte. No fue aprobada porque la presidenta Ellen Johnson-Sirleaf dejó claro que no firmaría ningún proyecto de ley de ese tipo.
Howard Taylor ha afirmado que nunca supo nada sobre las atrocidades ordenadas por su exmarido durante la guerra de Sierra Leona o de Liberia. Para contrarrestar esta imagen, ella presenta sus propios logros políticos desde que es senadora. En el Senado ha ocupado la presidencia del Comité de Salud, Bienestar Social, Género, Mujeres y Niños desde donde dice haber impulsado políticas beneficiosas para el país. Igualmente, presume de haber cumplido sus promesas en educación, salud y desarrollo de infraestructuras.
La alianza Weah-Taylor ha sido fundamental para la victoria presidencial ya que han obtenido un gran apoyo en Bong County, el tercero más poblado del país. Así Weah pasó del 10.7% de los votos en 2005 al 40.6% en la primera vuelta de estas elecciones, alcanzando el 70% en la segunda.
Taylor presume de que los dos forman un buen equipo y de que se complementan: ”Cada uno de nosotros da lo mejor de sí mismo (…) A veces soy como un petardo, corriendo para hacer las cosas. [George Weah] esperará, escuchará todos los lados del asunto y luego tomará una decisión consensuada”, dijo a la BBC el 2 de enero de 2018.
A pesar del esfuerzo realizado por distanciarse de su exmarido, las dudas sobre el conocimiento que tenía de los crímenes cometidos u ordenados por él, siguen presentes. Ella fue pieza clave en su gobierno y por tanto cómplice de la mayoría de sus decisiones.