Cuba: Embajada de Perú y éxodo del Mariel

El 4 de Abril de 1980 un pequeño grupo de cubanos irrumpieron en la Embajada de Perú en La Habana, a bordo de una guagua (bus) y conducida por Héctor Sanyústiz, llevaba tiempo estudiando como hacerlo, pasaba cada día frente a la embajada, muchos cubanos le deben su libertad a este hombre, por el método alunizaje,lograron burlar la guardia y pidieron asilo político , eran amigos y familia entre sí, por lo que llevaban mujeres y niños.
Ese día Francisco Díaz manda un falso aviso a la base, comunica que la guagua ha sufrido una avería y que dejará a los pasajeros en una parada, para que esperen otra ruta y él llevaría la guagua supuestamente averiada a la base, le pasó el volante a Héctor, recogieron a Radamés Gómez, María Antonia Martínez y sus dos hijos de doce y dieciocho años. Francisco se acomodó en la escalerilla de la guagua y el resto se echó al suelo, sólo era visible Héctor e intentó derribar la reja con un violento golpe de la guagua, la primera vez no lo consiguió y lo intentó por segunda vez , su plan funcionó, los custodios comenzaron a disparar, uno de esos disparos impactó en la cabeza de uno de los guardias, los ocupantes de la guagua no llevaban armas de ningún tipo, pero el gobierno de Cuba los hizo responsables de la muerte del guardia. Dos de los asaltantes resultaron heridos, Héctor recibió dos disparos y Radamés sufrió heridas por los cristales que le cayeron encima, los dos fueron trasladados bajo protección diplomática peruana al hospital Carlos J. Finlay.
Las autoridades cubanas comenzaron a pedir que fueran devueltos, el entonces embajador de Perú, el señor Ernesto Pinto Bazurco se negó y comenzaron las negociaciones, Fidel Castro personalmente llamó al embajador, pero no lograba su objetivo, el embajador peruano debatía sobre un punto de vista jurídico y apelaba a los conocimientos de leyes que ambos tenían, ya que los dos habían estudiado derecho, estas negociaciones se han guardado en secreto hasta 2016, cuando el exembajador hizo sus primeras declaraciones al respecto, se había comprometido a guardar silencio hasta la muerte de Fidel Castro.
Cuenta el señor Ernesto Pinto que al hacer mención al Comandante de las leyes internacionales de asilo y alegando a los conocimientos de ambos, Castro le respondió gritando: ” BUENO, PERO HAY UNA DIFERENCIA BIEN GRANDE, YO SÉ MATAR, TÚ NO ” y amenaza al embajador con retirar la guardia que era cubana.
Al no entregar a los que habían logrado entrar a ese pedacito de territorio peruano en La Habana, Castro comparece ante las cámaras y microfonos que tanto le gustaban y controlaban y hace público el incidente y anuncia:
” Todo el que quiera asilarse en la embajada de Perú, puede hacerlo, oficialmente el gobierno de Cuba retira la guardia y no habrá represalias”
Fue una venganza hacia el embajador, pero una puerta para los habaneros, particularmente pienso que Castro no calculó la cantidad de personas que llegarían a la embajada en apenas 48 horas, la sede diplomática contabilizó 10, 865, se mantienen esos recuerdos vivos en la memoria de todos los cubanos que con mucha angustia pasamos esos días y los meses posteriores.
En apenas unas horas más de diez mil cubanos, saltaron la reja, llegaban en motos, autos, caminando y una ruta de guagua que salía de un barrio habanero llamado Lawton, fue rebautizada por la voz del pueblo como la guagua LAWTON-PERÚ, iba repleta de habaneros que llegada la parada de la embajada, entraban a la sede diplomática sin problemas.
El gobierno de Cuba cortó el agua y la luz a la embajada, la rodeó con piquetes castristas que ofendían e insultaban, policias, tropas especiales impusieron su presencia en los alrededores a las 48 horas ya no se podía acceder, de haber durado unos días no sé cuantos habaneros hubieran llegado, no tenían apenas abastecimientos, literalmente no cabían, no podían acostarse en ningún sitio, los niños lloraban por hambre, mientras en la calle de la embajada Castro organizaba un desfile de ” espontanéos ”
Todos conocíamos a alguien que estaba dentro, familiares, vecinos, amigos, no sabíamos que iba a pasar con ellos.
Las autoridades peruanas lograron evacuar a muchos por convenios con otros paises, España y Canadá son los que recuerdo, pero necesitaban salir hacia el aeropuerto, entonces el gobierno de Cuba, accedió a extenderles un “salvoconducto”, los que salían eran golpeados, organizaron un pasillo en el aeropuerto y miembros del Ministerio del Interior en ambos lados iban golpeando, a los que obligatoriamente debían pasar por ahí para tomar el avión, padres y madres con niños en los brazos y los canallas aquellos les pegaban.
Pero ese incidente marcó un antes y un después para todos los cubanos, hasta para Castro, estaba muy enojado y el 15 de Abril anuncia que dejará que todo cubano que esté en E.E.U.U. y quiera venir a buscar a su familia en una embarcación a Cuba, puede hacerlo, serán autorizados a atracar en el puerto del Mariel, al oeste de La Habana.
Más de 125 mil cubanos escaparon por esa vía, de nuevo Castro no calculaba bien que ganas teníamos de no verlo más, pero él tenía una frase muy conocida: ” Convertiremos el revés en victoria ” y aprovechó esta cobertura para librarse de enajenados mentales, delincuentes comunes que se encontraban cumpliendo largas condenas por délitos muy graves y todo el que pensaba que le molestaría en un futuro, los cubanos que llegaban en sus embarcaciones a buscar a los familiares debían entregar una lista con sus nombres, direcciones, para que los trajeran hasta el puerto y el gobierno de Cuba en cada embarcación iba subiendo a su ” escoria ” además de algún otro espía que envió a territorio americano, pero el éxodo del Mariel merece comentario aparte.
En este video se puede ver como estuvieron días los que lograron entrar a la embajada.