Postales desde Caracas: La ciudad de las perreras que dejan muertos

Mientras que por España estrenan presidente y nuevo gabinete ministerial, por este lado del Atlántico tenemos ya casi un mes esperando que el presidente reelecto anuncie su nuevo equipo de gobierno, prometido por él mismo luego de ganar las elecciones del 20 de mayo.
Nicolás Maduro admitió, luego de los comicios, que no están haciendo lo suficiente “ni lo estamos haciendo bien”. Es bueno que ese momento de luz llegara, pese a que las acciones para compensar dicha situación sean inexistentes.
Una cosa que me parece dantesca, es que llevamos unas 25 personas muertas en accidentes de tránsito en las llamadas “perreras”, que son camiones del tipo 350, utilizados como transporte de pasajeros.
Sucede que en esta potencia petrolera, no hay repuestos para vehículos automotores, no hay llantas, no hay aceite de motor, y cualquier servicio automotriz cuesta muchísimo dinero, de manera que mantener un vehículo resulta muy costoso, y ese monto se cuadruplica cuando se trata de un autobús o un vehículo más grande de transporte de pasajeros.
Pese a que tenemos la gasolina más barata del mundo, el desabastecimiento de repuestos para vehículos, obliga a los dueños de los autobuses de transporte público, a aumentar el pasaje a su conveniencia, sin que exista aprobación alguna del ministro de Transporte, que hemos llegado a creer que existe sólo para cobrar un sueldo.
Hay que aclarar que el servicio de transporte público aquí es privado, el Estado no maneja rutas de transporte terrestre, excepto el metro de Caracas que es el subterráneo. Las “camioneticas”, como le llamamos al transporte público, están a cargo de empresas privadas que definen horarios y precio del pasaje a su conveniencia.
Los pasajeros, es decir, nosotros los ciudadanos, padecemos el patético servicio del transporte con el aumento del monto a pagar, sin que el Estado haga nada al respecto.
El subterráneo no cubre toda la ciudad y hay lugares de Caracas a los que se llega a través del transporte público o vehículo privado.
Los caraqueños a veces deben trasladarse de un lado a otro de la ciudad para trabajar, y en un momento de crisis económica como la que tenemos, nadie se arriesga a perder su empleo, de manera que se trasladan “cómo sea”.
Los ciudadanos están caminando mucho más que antes, porque no hay transporte público, sobre todo en las “horas pico”.
En ese marco a alguien se le ocurrió la brillante idea de montar a las personas en esos camiones gigantes y trasladarlos a sus hogares o sitios de trabajo. Las personas van paradas, bamboleadas de un lado a otro por el vaivén del camión, sin ningún tipo de seguridad, no es un transporte para PERSONAS!
Hasta el momento van 25 personas fallecidas, entre ellas varios niños, que parecieran sólo importar a sus familiares.
Mientras tanto Maduro sabe que no lo ha hecho bien, pero tampoco pareciera tomar acciones al respecto, seguimos esperando un nuevo gabinete ministerial pero sobre todo, seguimos esperando un gobierno que asuma con responsabilidad la gestión pública, sin excusarse en culpar a terceros por su incompetencia.