Rutas a pie que no puedes perderte en La Palma

Bienvenidos al paraíso del senderismo. Bienvenidos a La Palma que en octubre acoge, un año más, el Festival de Senderismo.
1.Entremos a La Caldera
Partiendo del Mirador de los Brecitos descendemos a través del PR LP 13 durante una hora y media hasta el corazón de la Caldera de Taburiente, el Parque Nacional de La Palma. No podemos perdernos ni un detalle de ese descenso al fondo del mismo cráter, de esa sensación de adentrarnos en todo un anfiteatro de la naturaleza. Una vez allí…¡démonos un baño! Sí…¡un baño! Cuando llega la hora de salir, un descenso de unas cuatro horas y media nos espera. Empecemos bajando el Reventón… No tengamos prisa. Vamos a tu ritmo, sin perder detalle de lo que vemos enfrente. Prestemos atención al Roque Idafe, a los diques, a los riscos que hay en el otro margen del barranco, a esos paredones que llevan ahí no se sabe ni cuánto tiempo. Una pequeña desviación nos recuerda que a unos 20 minutos nos espera una sinfonía de colores: la Cascada de Colores. Por último, disfrutemos del descenso por el Barranco de las Angustias.
2. O a la Caldera del Agua
Desde el parque cultural de la Zarza y la Zarcita (Villa de Garafía) parte el sendero PR LP 9.2 que nos llevará al interior de toda una capilla sistina de la naturaleza y de allí hasta la Cruz del Gallo o, para los que aún quieran continuar, al barrio de Don Pedro. Verde, verde y más verde. Belleza por doquier, pero, sobre todo, la forma de la vegetación, cerrándose en torno a nosotros como si de una cúpula se tratase…Saquemos fotos y compartámoslas.
3. Caminemos entre volcanes
El GR 131 o El Bastón (por su curiosa forma) recorre la espina dorsal de la isla. Su tercera etapa, la Ruta de los Volcanes, nos invita a dejar tu huella sobre su terreno, a sentir la energía y el calor que emanan de las entrañas de la tierra. Un paseo de 24 kilómetros por la historia volcánica de la Isla Bonita, entre pinos y arena negra. No podemos describir las vistas, los colores, los pequeños detalles que esta larga ruta nos ofrece. Simplemente, hay que hacerla. Y si es bajo la luna llena…ya sería el top de las experiencias.
4. O entre almendros en flor
El SL LP 64 nos lleva por las fuentes de Puntagorda. Todo un recorrido a través de la historia de este municipio, que cobra especial belleza si se hace en la época de los almendros en flor (finales de enero-principios de febrero) Rosa, blanco, combinado con el verde prado…Toda una sinfonía de colores en 9 kilómetros que pueden tener su remate final en la Fiesta del Almendro en flor que, en su honor, se celebra en sus límites.
5. También bajo grandes dragos
¿Qué es un drago? ¿Una especie de dragón? No. Son árboles imponentes, grandes, hermosos, originales, curiosos… ¡Nos sentiremos tan pequeñito debajo de ellos! Hay diversas ubicaciones en la isla en las que los podemos admirar (La Tosca, en Barlovento, por ejemplo) pero sin duda son los de Buracas el entorno ideal para caminar. Es la magia del lugar, su carácter tradicional, rural, auténtico, alternativo unido al atractivo de estos árboles. El GR 130-1 nos llevará en pocos kilómetros desde las Tricias (Villa de Garafía) hasta Buracas.
6. Atravesemos el techo de la isla
La Palma se ve atravesada de norte a sur por un camino en forma de bastón, el GR 131. Su segunda etapa recorre toda una zona de imponentes vistas y de inusual belleza. Partiendo desde el Roque de los Muchachos seguimos su señalización hasta el Pico de la Nieve, sintiendo, con cada pisada, el orgullo de estar atravesando el techo de La Palma. Disfruta de las vistas, del mar de nubes, del sonido de las grajas, de mirar a un lado y al otro, de la silueta de la Ruta de los Volcanes al fondo, el mar de nubes…. Luego podemos seguir recto hasta el Refugio del Pilar o bien descender por el PR LP 3 hasta la carretera que sube al Roque de los Muchachos.
7. Atravesemos la acantilada costa de la isla
La costa de La Palma impacta y encanta. Esos hermosos acantilados del norte, imponentes, protegiendo los límites de la tierra, cuentan con bonitos senderos que llevan a puntos como La Fajana de Franceses o a través de bonitas formaciones vegetales como los cardones. El GR 131 entre Barlovento y Garafía es, simplemente, alucinante.
8. Asomémonos al balcón del Bejenado
Como si de un balcón sobre el parque nacional se tratase, el Pico Bejenado nos ofrece una vista espectacular y panorámica sobre el mismo. Y, si te das la vuelta, la silueta de los primeros volcanes, dueños absolutos de la Ruta de Los Volcanes, recortándose en el horizonte. Simplemente siéntate y disfruta (y firma en el “libro de visitas” que encontrarás a esas alturas. Que los demás se inspiren de tu vivencia) Un desvío nos recuerda que podemos ir al Mirador de la Cumbrecita, el otro balcón sobre el parque nacional.