Postales desde Caracas: Programa de recuperación económica sin recuperación
En Caracas las lluvias y el sol se siguen repartiendo las horas de los largos días tras la reconversión monetaria. Hace ya un mes que Nicolás Maduro implementó su Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad…. el 20 de agosto para ser más exactos.
Ese día los venezolanos nos despertamos con un nuevo cono monetario, que eliminaba cinco ceros a la moneda nacional, así como con un salario nuevo calculado en ¿Petros?, además de la liberación de los precios de la gasolina, de acuerdo a los precios internacionales, y la regulación de unos 20 productos alimenticios.
En tiempos de lluvia siempre hace falta un café caliente. Coincidí con don Cruz en un supermercado cercano a mi casa, tratando de comprar un kilo de café. Mientras hacíamos la fila me habló de su profunda desesperanza.
Cruz tiene 75 años, votó siempre por Hugo Chávez y también una vez por Maduro. Afirma que La situación económica es insostenible. Sus dos hijos emigraron con el único nieto que tiene. Me contó que es un drama conseguir las medicinas para la tensión y la diabetes.
“Yo no puedo volver a votar nunca más por este gobierno, es lo peor que nos ha pasado. Ahora van a aumentar la gasolina a precios internacionales, en el país con mayores reservas petroleras del mundo! Han robado como les ha dado la gana, se han burlado de los chavistas reales en nuestra cara, ellos son la traición pura, no puede haber perdón para el daño que le han hecho al país”, dijo Cruz con mirada de frustración.
Cada mes debe hacer filas por 3, 4 y hasta 6 horas en un banco, para poder cobrar la pensión, “y para colmo no me la dan completa, lo que me dan en efectivo es menos de la mitad y yo necesito mi efectivo para comprar la comida más barata”.
En Venezuela existe un fenómeno particular, y es que cuando vas a un mercado popular y pagas con efectivo te hacen descuento de hasta un 50% o menos en huevos, carne, pollo etc. El objetivo es captar efectivo y no reinsertarlo en el ciclo monetario para que regrese a la banca, de manera que empieza el llamado “bachaqueo” del efectivo.
Finalmente Cruz y yo llegamos a la caja del automercado para pagar el café, que cuesta el doble de lo que indica su precio regulado, pagamos resignados ya que nadie dirá nada, porque nos interesa resolver la carencia de café, y además, si no lo compras hoy, seguramente mañana ya costará el triple.
Al cierre de agosto, teníamos una inflación de 223%, tres dígitos de inflación histórica, y digo teníamos en tiempo pasado, porque en un mes, he visto precios no duplicados, ni triplicados, sino cuatriplicados….
Maduro y sus asesores no terminan de “atinar” a la solución del problema económico, pareciera que juegan con los bolsillos y las emociones de los venezolanos.
A un mes del programa de recuperación económica hay más inflación, se mantiene la escasez de productos, hay más retrasos en la entrega de la caja Clap, el salario nuevo recién aumentado no alcanza, y los servicios, como la electricidad y el agua, siguen desmejorando.
Mientras siguen las filas en Venezuela para comprar comida, mientras la gente hace maromas para que le alcance el “sueldo mínimo anclado al petro”, que le pagan a través del llamado carnet de la patria, Maduro viaja a China, pasea por Estambul, cena con el chef turco conocido como Salt Bae, viaja a Nueva York, y se pasea por el Bronx….El mundo escucha a un presidente, aunque Venezuela escucha, vive y padece la improvisación e ineficiencia en su máxima expresión.
