Nuevas protestas en Guinea

De nuevo se producen enfrentamientos entre policías y manifestantes en la República de Guinea. Varios centenares de personas entre fuerzas de seguridad y civiles se enfrentaron el 23 de octubre en la capital, Conakry, cuando partidarios de la oposición intentaron iniciar una marcha prohibida por las autoridades.
Tras intentar interrumpir el tráfico en el barrio de Cosa, los manifestantes lanzaron piedras a los agentes de policía que se lo impedían y estos respondieron con gases lacrimógenos. Los líderes de la manifestación habían convocado la marcha para protestar por lo que ellos consideran una violación de los acuerdos sobre la toma de posesión de los candidatos elegidos en las elecciones del pasado 4 de febrero que fueron contestadas por todos los partidos menos por el que se encuentra en el poder, Rassemblement du Peuple de Guinée (RPG). El acuerdo que, supuestamente, no ha cumplido el Ejecutivo guineano se firmó el pasado mes de agosto. La oposición acusa al Gobierno de sobornar a algunos de sus elegidos para controlar todos los ayuntamientos del país.
El 12 de febrero, tras conocerse los resultados de las elecciones municipales, estallaron protestas por toda Guinea en las que los partidos de la oposición denunciaban su rechazo a los datos anunciados. A ellas se sumaron las huelgas de docentes que se había convocado meses antes para pedir un aumento salarial del 40%. También el descontento general de la población por el deterioro económico que desde hace tiempo sufre Guinea ayudó a que las protestas cobrasen fuerza. La represión de las marchas por parte de la policía causó, en aquella ocasión, varios muertos y numerosos heridos y detenidos. Desde entonces, hasta que se alcanzaron los acuerdos de agosto entre Gobierno y oposición, no ha habido paz social en el país. Y, apenas dos meses después, estos saltan por los aires y la tensión y la crispación vuelven a tomar las calles de las grandes ciudades guineanas. De hecho, una semana antes de esta convocatoria se habían celebrado dos días de “ciudad muerta”, en los que los partidarios de la oposición se refugiaron en sus casas con el objetivo de paralizar la cotidianidad en sus ciudades.
El principal líder de la oposición, el ex primer ministro Celloy Dalein Diallo, denunció un intento de asesinato después de que su vehículo fuera alcanzado por una bala cuando estaba de camino a la manifestación del 23 de octubre. Acusa a la policía de haber disparado y afrima que su conductor resultó herido en la cara por fragmentos de vídeo, según informa AFP. La manifestación había sido prohibida el día anterior por las autoridades guineanas, pero, a pesar de ello, l’Union des forces démocratiques de Guinée (UFDG), coalición que agrupa a los principales partidos de la oposición, decidió mantener la convocatoria y el Gobierno respondió con contundencia, una vez más.
No parece que la situación en la República de Guinea vaya a mejorar en un futuro próximo. La inestabilidad se ha instalado en el país. Además, la fuerte crisis económica: la subida de los precios de los productos de primera necesidad, el retraso en el pago de salarios a los funcionarios… sirven de combustible a las reivindicaciones políticas de la población. Mientras, el Gobierno del presidente Alpha Condé intenta mantenerse en el poder a toda costa, rechazando el diálogo con sus opositores. Así las cosas, no será fácil encontrar una solución pacífica a este conflicto que, seguramente, escalará en intensidad en los próximos meses.