Rosa María Calaf: “El objetivo del periodismo es el servicio a la sociedad”

El pasado mes de octubre Rosa María Calaf visitaba Tenerife para participar en el coloquio sobre lenguaje inclusivo organizado por Disa Fundación y en el que tuvimos la oportunidad de charlar con ella y entrevistarla.
La imagen de Rosa María Calaf nos ha acompañado a lo largo de nuestra vida, incluso podemos decir que los de mi generación hemos crecido viéndola en televisión, llegando a ser quizá una de las “culpables” de que muchos y muchas nos interesásemos por el periodismo de tal manera que al final se convirtiera también en una profesión. Licenciada en Derecho y Periodismo, siempre será conocida por ser la corresponsal de RTVE en EE UU, Argentina, Italia y la zona de Asia-Pacífico, la más veterana de nuestro país, pero sobre todo, por su estilo periodístico a la hora de informar, siempre clara y crítica, incluso “peleona”, como la definen muchas veces.
Durante su intervención en el coloquio habló sobre el lenguaje de género. “Con lenguaje inclusivo queremos defender la riqueza de la diversidad. Tener conciencia y querer traspasar, ir más allá, siempre con conciencia de sensibilidad”, comentó la periodista. En cuanto a la representación de las minorías y los medios de comunicación, dejó claro que “las palabras no son del todo inocentes y dependiendo de cómo se usen, significan muchas cosas. En cuanto a los medios de comunicación, lo que importa es la voluntad que hay detrás del uso de las palabras y cuando el mismo es perverso”, añadiendo que “cuando el lenguaje se modifica hace que se perciba más ajustado a la realidad social, el problema actual es que se parte de esquemas que no tienen voluntad de cambio”.
Además de como periodista, Rosa Mª Calaf es reconocida por su labor e implicación social, siendo un referente del feminismo, defensora del concepto de perspectiva de género y de la relevancia social y la contribución de la mujer en la construcción del mundo. En cuanto al lenguaje utilizado para informar sobre violencia de género quiso destacar que “la labor social del periodismo y de los medios de comunicación es esencial que se haga bien, porque de lo contrario, ese mal uso del lenguaje perpetua la situación de poder de la mayoría o del más fuerte sobre la minoría más débil (…) Para dar la información real y veraz hay que segregar por segmentos y asumir una formación continua en las redacciones de los medios de comunicación. Hay que tener muy claro que la violencia machista es estructural, no debe aparecer en la sección de sucesos, sino estar al mismo nivel de la información diaria”.
- ¿Crees que hoy en día se puede hablar de un periodismo independiente y objetivo?
Objetivo nunca ha sido, porque ser objetivo es prácticamente imposible, pero digamos que es el periodismo que debería ser: honesto, riguroso, plural… Que confirma, contrasta y por tanto ofrece un producto con garantías que afortunadamente todavía existe. Aunque por desgracia cada vez es menos independiente pues hay unas presiones mayores para hacer algo que ya no es excelencia informativa y bueno, proporciona una serie de “noticias” que normalmente son cada vez más banales, superficiales y menos contrastadas, menos rigurosas y que responden más a intereses de grupo que realmente al bien común y todo eso lo que hace es configurar una ciudadanía que no está realmente informada, que no tiene los elementos necesarios para poder tomar decisiones con una cierta seguridad. Por suerte, ya digo, hay muchos periodistas y algunos medios que todavía intentan hacerlo lo mejor que pueden, pero digamos que la tendencia es muy inquietante.
- Entonces, ¿ha perdido el periodismo esa labor social de la que hablabas?
El objetivo del periodismo es precisamente el servicio a la sociedad, pero cuando el periodismo deteriora ese objetivo y prima el interés mercantil, el interés de influenciar, etc… está claro que está perdiendo su esencia, es decir, que está perdiendo ese compromiso con la sociedad para construir un mundo mejor, más justo y pensando siempre en la mayoría de las personas, no solo en determinados grupos. Lo que está claro es que el compromiso social del periodismo en estos momentos está muy deteriorado.
- Sobre los futuros periodistas, quienes están formándose ahora, ¿crees que tienen ese espíritu crítico que se supone inherente a la profesión o deberían trabajar más en ello?
Claro, el espíritu crítico es una de las cualidades que debe tener un periodista, esta es mi preocupación por el deterioro de la calidad periodística, sobre todo de la pérdida de valores éticos intrínsecos al periodismo… De hecho lo comento siempre en todos mis contactos con los estudiantes, es importante, porque ese espíritu crítico hay que incorporarlo como algo natural, que no tengas que estar pensándolo cada vez que vas a hacer algo. Es decir, que el periodismo debe responder a una ética y a unos valores que tengan en cuenta los derechos de las personas, eso es fundamentalmente lo que implica hacer periodismo. Si no tienes muy claro eso y no lo tienes absolutamente incorporado estarás haciendo otra cosa, pero no estarás haciendo periodismo.
- Rosa, ya para terminar… ¿te ves haciendo periodismo toda la vida o desconectarás en algún momento?
Bueno, yo es que creo que el periodismo es una forma de vida y de ser periodista uno no se puede jubilar, así que lo voy a ser siempre. Es verdad que ya no estoy en la primera línea de información y estoy encantada de no estarlo, porque fueron muchos años, pero lo que sí creo es que estoy y pienso seguir estando en la primera línea de la defensa de la información, de la buena información, por tanto no puedo parar, y en eso incluyo charlas, encuentros como este, la universidad, mi trabajo en ONG y, por supuesto, mis viajes. No puedo disociar mi yo como persona de mi yo periodista.