Viena, ciudad imperial

En la ciudad de Viena, la actual capital de Austria, aún se respira la altivez y la elegancia, de haber sido uno de los más importantes enclaves culturales de la vieja Europa. Sus palacios majestuosos, sus amplias avenidas y la arquitectura de sus barrios burgueses, nos recuerdan épocas en las que la Gran Viena, era el centro de confluencia para la realeza, los intelectuales y los artistas de renombre.
Cuando paseas por la gran ciudad de Viena, también lo haces a través del tiempo, y casi sin poder evitarlo, te acabas sumergiendo en la pomposa historia del Imperio Austro-Húngaro. Tratando de visualizar a personajes tales como a la emperatriz Sisi o a los emperadores José II y Francisco I, paseando junto a su corte, por los esplendorosos jardines. Mientras en el interior de los lujosos salones palaciegos, flotan los acordes musicales creados por clásicos como: Mozart, Schubert o Strauss, también conocido como el rey del vals, todos ellos de nacionalidad austriaca. No en vano Viena fue considerada como la capital de la música europea, durante el periodo comprendido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Viena, es una ciudad para recorrerla sin prisas, disfrutando de cada rincón, avenida o plaza. La majestuosa catedral de San Esteban (Stephansdom) es una de las visitas más recomendable, casi diría obligatoria. Esta impresionante edificación de estilo gótico, que con sus 137 metros de altura en el pico más alto de su campanario principal, es visible desde casi toda la ciudad, es el orgullo y emblema de todos los vieneses, que cariñosamente la llaman Steffl una especie de diminutivo de Stephan. Y si te atreves a subir los 553 escalones que ascienden hasta el campanario de la torre principal, también podrás obtener una magníficas vistas sobre la gran urbe y sobre sus curiosos tejados policromados, que representan formas geométricas (rombos) y el escudo de los Habsburgo en uno de los laterales principales.
La histórica ciudad, cuenta con una gran oferta cultural y de ocio, museos, teatros, centros comerciales, tiendas especializadas, cafeterías y restaurantes de todo tipo ofrecen a los visitantes muchas y diferentes alternativas, dependiendo de los gustos de cada cual. Mientras recorres las calles y plazas de esta espléndida capital, en busca de los lugares más atractivos y sugerentes, no olvides hacer un alto en el camino, para visitar un Kaffeehaus. Ahí podrás deleitarte con un exquisito trozo de tarta Sacher y una taza de café o chocolate, mientras descansas, inmerso en uno de los más tranquilos ambientes que te puedas imaginar.