Guarimba humanitaria en la frontera

Y Venezuela vuelve a ser titular en medios de comunicación internacionales. Este fin de semana la oposición organizó un escandaloso concierto, pagado por el magnate inglés Richard Branson, realizado en la ciudad fronteriza de Cúcuta; Nicolás Maduro hizo lo propio en la ciudad fronteriza de Ureña, con un concierto oficialista, que no tuvo mucha cobertura mediática.
A la cita en Cúcuta llegaron cantantes, músicos, artistas, políticos de la oposición venezolana quienes juraron ante todos los medios, que luego de la fiesta entrarían los camiones con la ayuda humanitaria que ha enviado Estados Unidos a Colombia, para Venezuela.
Por cierto que Miguel Bosé, durante su presentación en el Venezuela Aid Live dijo a Michelle Bachellete: “ven aquí, mueve tus nalgas de una vez con la autoridad que tienes, o si no, para esto no sirves, ¡fuera!”, un comentario misógino que ha sido duramente criticado, y aunque el español pidió disculpas, no es tan fácil recoger el agua regada.
En este contexto Maduro ordenó el cierre de las fronteras terrestres con Colombia y entonces comenzó el “parampampam”. Traducción: guarimberos que se enfrentaron a la Guardia Nacional, para obligarlos a abrir el paso y poder ingresar los camiones humanitarios al territorio venezolano.
Pese a todos los periodistas nacionales y extranjeros que se movilizaron a la frontera para la cobertura, la desinformación fue la reina de este fin de semana. Llovían videos, audios y fotos en las redes sociales que confundían al mejor versado en el tema.
Los camiones estaban en suelo colombiano. Intentaban pasarlos a través del puente Francisco Paula de Santander. Sin embargo ante la negativa de la Guardia Nacional, quienes tenían cerrado el paso fronterizo, las personas que acompañaban el camión, enfurecidas comenzaron a agredir a los funcionarios, con bombas molotov, piedras y demás objetos contundentes.
Las bombas molotov incendiaron uno de los camiones detenidos, pero inmediatamente responsabilizaron a los oficiales venezolanos del hecho. La verdad de los videos e imágenes, muestra a los funcionarios a más de 30 metros de distancia del lugar donde ardió el camión.
Lo cierto es que la ayuda humanitaria nunca ingresó a territorio venezolano. Tampoco se sabe a ciencia cierta lo que contenían los camiones. Se trata de una ayuda humanitaria que no cumple con el protocolo internacional ni con el respaldo de la ONU o de la Cruz Roja, como corresponde.
El gobierno de Venezuela dijo que los funcionarios de la policía colombiana se hicieron cómplices de la violencia y las agresiones en la frontera común.
El sábado Maduro rompió relaciones definitivas con Colombia. Dio un plazo de 24 horas a los funcionarios diplomáticos para abandonar el país. El autoproclamado Guaidó les dijo que se quedaran, pero los diplomáticos agradecieron el gesto y dijeron que ya tienen todo listo para regresar a Colombia.
Guaidó, por cierto, se encuentra en Colombia, nadie entiende cómo salió del país, si tiene prohibición de salida. Ahora no se sabe cómo ingresará de nuevo, o ¿será que ejercerá su autoproclamada presidencia desde el Palacio de Nariño?
Algunos analistas coincidieron en que fue un error de Guaidó definir una fecha tope para el ingreso de la ayuda humanitaria de EE.UU. Incluso sus simpatizantes se sienten frustrados por no haber logrado el objetivo, muchos exigen urgente una intervención armada de Trump.
La nota de color de este fin de semana es la hospitalización de emergencia de un Diputado venezolano opositor, Freddy Superlano, quien llegó al concierto en Cúcuta y se fue a un burdel con una prostituta que le dio a ingerir burrundanga para robarlo. El asistente de este Diputado también fue intoxicado y falleció.
Mientras tanto hay 2 muertos, más de 60 heridos y una nación que pide a gritos que dejen el show, y que realmente atiendan la crisis con los recursos propios, que para eso tenemos bastante, y que gobiernen para la paz.