Día de África: ¿Por qué se celebra el 25 de mayo?

Con motivo de la celebración del Día de África, nuestros colaboradores en la sección África de Canarias3puntocero Chema Caballero, Rafael Muñoz y Salvador Aznar reflexionan sobre los avances y los desafíos del continente y sobre los retos que debe afrontar el periodismo para contar con rigor la diversidad de nuestros vecinos más cercanos.
Hace ya más de medio siglo, el 25 de mayo de 1963, representantes de 32 países africanos se reunieron en Adís Abeba, capital de Etiopía, para establecer las bases de las futuras relaciones entre los estados africanos que habían alcanzado recientemente la independencia. Así nació la Organización para la Unidad Africana (OUA), convencidos sus jefes de Estado y de gobierno “del inalienable derecho de todos los pueblos a determinar su propio destino”.
En la Carta fundacional de la Organización se plasmaron los cinco objetivos fundamentales que debían marcar las acciones de sus integrantes: reforzar la unidad y la solidaridad de los estados africanos; coordinar e intensificar su colaboración y sus esfuerzos para ofrecer mejores condiciones de vida a los pueblos africanos; defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia; eliminar bajo todas sus formas el colonialismo de África; y favorecer la cooperación internacional.
Varios países, sobre todo del África austral, se encontraban aún bajo el control administrativo de Europa. A medida que iban alcanzado la independencia, se unían a la OUA, hasta que en el año 2002, cuando esta Organización dio paso a la actual Unión Africana (UA), todo el continente estaba representado en la OUA.
En realidad, por aquel entonces, todos los países africanos formaban parte de la Organización salvo uno. Marruecos había abandonado la OUA en 1984 como protesta tras la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
A finales de los años 90, comenzaron a oírse voces que pedían una reforma de la OUA. Voces lideradas por el presidente de Libia Muamar el-Gadafi, quien reunió en Sirte, su ciudad natal, a los líderes de los estados africanos. Era septiembre de 1999 y como resultado de ese encuentro se fijaron las directrices de la futura Unión Africana en la llamada Declaración de Sirte.
Tan solo dos años más tarde, en 2001, se firmó el Acta Constitutiva de la UA en la capital de Zambia, Lusaka. En dicho documento se recogían objetivos más amplios que los reseñados en la carta fundacional de la OUA, marcada ésta por el impulso descolonizador de la década de los 60. De este modo, la integración económica y política se convertía en uno de los principales retos de los países del continente africano, reunidos por primera vez como miembros de la UA en la ciudad sudafricana de Durban en el año 2002.
Han pasado ya 17 años de aquel momento. Nuestros colaboradores Chema Caballero, Rafael Muñoz y Salvador Aznar reflexionan en los próximos párrafos sobre los recientes logros y retos de los estados africanos y, también, sobre los retos del periodismo para contar África con rigor y en toda su diversidad.
Chema Caballero (@61chema)
El derrocamiento de varios presidentes que llevaban décadas instalados en el poder, como Omar al-Bashir en Sudán y Abdelaziz Buteflika en Argelia, es, para este experto en Derechos Humanos, “uno de los mayores logros” que los ciudadanos africanos han conseguido en los últimos años. También “el afianzamiento de la democracia” en países como la República Democrática del Congo, donde Joseph Kabila traspasó de manera pacífica el poder al ganador de las elecciones del 30 de diciembre de 2018, Félix Tshisekedi; o Nigeria y Sudáfrica, donde las citas electorales, cuenta Caballero, han transcurrido “sin mayores incidentes”.
El protagonismo cada vez mayor de las mujeres y la penetración de Internet y de las aplicaciones móviles son otras de las señales que ponen de manifiesto que la sociedad civil, compuesta mayoritariamente de jóvenes, “está muy activa y sabe muy bien lo que quiere en la mayoría de los Estados africanos”.
Aunque, prosigue Caballero, todo este movimiento tiene aún que consolidarse. “A África le queda todavía mucho camino por recorrer para poder explotar todo su potencial, para liberarse del yugo del neocolonialismo, para unirse y ser dueña de su propio destino. Es una ardua tarea, pero cada vez son más los brazos que se suman a ella”.
¿Y cómo contarlo? “Desde la humildad de sabernos unos privilegiados por poder ser testigos de, al menos, una parte de lo que se vive en el continente”, apunta. “Sin suplantar la voz de nadie, sin arrogarnos conocimientos que no tenemos. Solo desde el caminar junto a las mujeres y los hombres del continente, que son los verdaderos protagonistas de este emocionante momento histórico”.
Rafael Muñoz (@Springbok1973)
En opinión de Rafa Muñoz, miembro del Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna, existen “muchas Áfricas”, pero “poco han progresado en una independencia real desde sus emancipaciones coloniales”. Grandes exportadores de crudo, como Angola y Nigeria, son “gigantes económicos con pies de barro que, paradójicamente, importan gasolina”. Sudáfrica, advierte Muñoz, progresa pero lo hace a su manera, dice, “arrastrando una fractura racial aún latente”.
En el contexto actual, considera que la lucha contra la destrucción del medio ambiente y contra la desigualdad social son “los dos grandes frentes a solucionar”.
Por otro lado, el periodismo sobre el continente “debe escapar de su infantilismo”, apunta Muñoz. “De manera general se tiene una visión distorsionada del continente y esta es la que se transmite a la sociedad en España. Es complejo saber qué pasa en África sin estar allí o mantener un nexo con sus múltiples realidades. Los días de Kapuściński acabaron y hoy manda el blog desde un sofá revolucionario. Hay muy poco periodismo veraz y adulto sobre África”.
Salvador Aznar (@SalvadorAznar)
Para el fotógrafo Salvador Aznar, los países que más han progresado en las últimas décadas han sido aquellos que están logrando superar las crisis alimentarias que sufre su población. Sin embargo, indica Aznar, los conflictos étnicos, sociales y religiosos siguen impidiendo que ese crecimiento pueda ser “homogéneo” y consolidarse en todos los países del continente.
El acceso a la energía eléctrica y a las nuevas tecnologías son las “metas”, señala, que en la actualidad afronta el continente.
Por su parte, el periodismo debe saber “qué quiere contar y cómo”. África es “diversa” y hay mucho material donde elegir.
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