Venezuela, entre la tragedia y el “challenge”

Por este lado del mundo tenemos el patio ardiendo literalmente. Nuestra amada Amazonía tiene más de 15 días en llamas y nadie se había percatado de ese detalle. Una vez que se convirtió en hashtag comenzaron las tibias reacciones. Brasil culpó a las ONG ecologistas, las ONG culpan a Jair Bolsonaro. Venezuela pidió convocar la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), Paraguay advierte que el viento sopla hacia el sur y el fuego promete crecer en su territorio, mientras que Bolivia fue el único país al que se le ocurrió traer un avión supertanker para mitigar las llamas.
Los demás países han ofrecido su “ayuda”, su apoyo moral, pero no más. No parece importarle mucho al mundo, ni a sus gobernantes, que un pulmón vegetal de siete millones de kilómetros cuadrados arda en llamas.
Tampoco le importa a Maduro, quien este viernes convocó a través de sus redes sociales a un “#EnVenezuelaChallenge”.
Comparto una extraordinaria pieza musical que nos inspira y nos llena de profundo amor patrio. Convoco a un reto: que cada uno de nosotros cuelgue en sus RRSS un pedacito de esta bella canción: Venezuela #EnVenezuelaChallenge pic.twitter.com/KBuca6K6nt
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) August 23, 2019
Como si andáramos para chistes, al jefe de Estado se le ocurre la excitante idea de convocar un “challenge”, en medio de apagones, hiperinflación, fallas en el transporte urbano y pésimos servicios públicos.
“Venezuela” es una hermosa canción de los españoles Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros Sánchez, que hemos adoptado como un tercer himno nacional. Hugo Chávez la cantaba en sus programas y la hizo más famosa de lo que ya era.
Lo que uno no entiende es cómo, con el patio ardiendo, con la producción petrolera en el subsuelo, con fallas graves en el servicio eléctrico, sin gasolina, sin gas, sin dinero en efectivo, con un bolívar hiperdevaluado y cifras de inflación históricas, el presidente se dedica a lanzar desafíos virtuales intrascendentes.
Se cumplió un año de la implementación del programa de recuperación económica que incluyó una reconversión monetaria para eliminar cinco ceros al bolívar. El 20 de agosto de 2018 Maduro prometió acabar con la inflación. Un año después, los números no lo favorecen. Es mejor hacer silencio y no recordar oficialmente esa fecha, le recomendaron sus asesores.
El salario mínimo actual en este rincón del caribe es de 2,73 dólares ¡AL MES! Estamos en el sótano de la pobreza, según lo establecido por la ONU, que reconoce como pobreza a quien obtenga menos de 1,25 dólares diarios. No somos pobres, somos ¡SUPERPOBRES!
La crisis se agudiza y algunos sectores pensantes piden con urgencia un acuerdo político institucional. Mientras, la gente en la calle pide que detengan a los especuladores que han incrementado los precios de los alimentos más del 100% en las últimas dos semanas. Pero a Maduro solo se le ocurre un “#EnVenezuelaChallenge”.
(*)Fotografía: Eneas de Troya (https://www.flickr.com/photos/eneas/32265542025).