Cuba: mueren tres niñas al desplomarse un balcón

El mal estado de los inmuebles en La Habana es de todos conocido, con indolencia e indiferencia las autoridades han visto como se destruye la ciudad ¿por qué tienen que ser las autoridades quienes resuelvan esta situación? Pues porque son los propietarios de la mayoría de las edificaciones y son los que distribuyen los materiales para repararlos. En los últimos años han vendido algunos materiales en las tiendas de divisas, pero muchos son los cubanos que no pueden comprarlos por los altos precios. Esas edificaciones no se reparan con un galón de pintura; de hecho, reparar techos, paredes, suelos, baños, electricidad y suministro de agua, le resulta imposible a cualquier trabajador.
Hay que remontarse a los primeros años de la “revolución” para entender lo ocurrido y aclarar por qué es el gobierno el único responsable de estos desastres. Cuando Fidel Castro entonaba aquellos cantos de sirenas entre los que se encontraba en sus discursos: “una vivienda digna para todos” dicho así era una maravilla. Entonces llegaron las expropiaciones: todo el que tenía casas y apartamentos en alquiler los perdió. Dejaban solo la vivienda que habitaban y por entonces vivíamos en una casa de alquiler, pues vengo de una familia trabajadora y no nos podíamos permitir comprar un inmueble.
Estuvimos en esa casa siete años hasta la expropiación y la famosa “ley de la reforma urbana”, el dueño de esa casa se ocupaba del mantenimiento y arreglaba cualquier desperfecto: pintaba y mantenía sus propiedades porque casi todas las casas de esa calle eran de él. Se habló por aquel entonces de entregar a los inquilinos las propiedades y que pasaran a ser propietarios. De esta forma se acabaría con la “explotación” del pago mensual, pero, sorpresa, la realidad fue bien diferente.
El “Gobierno Revolucionario” pasó a ser el propietario y para obtener el título de propiedad se debía pagar durante 30 años (como una hipoteca), eso si, una mensualidad justa y proporcional al salario devengado. Como mis padres eran unos trabajadores con muy buenos salarios, pasamos a pagar mucho más de lo que cobraba el propietario real de la vivienda y teniendo en cuenta que al gobierno no le había costado nada obtener esas propiedades les resultó un negocio redondo y a nosotros cuadrado. Además, con el inconveniente añadido de ocuparse del mantenimiento del inmueble, recuerdo a mí padre los fines de semana reparando cosas en casa. Después no aparecía nada, y arreglar cualquier cosa se convertía en una odisea, así años tras años se fue deteriorando Cuba, los comercios, las industrias, talleres y todo lo que pasaba a manos del gobierno comenzó destruirse.
Todo esto nos ha traído hasta cientos de derrumbes: el “bloqueo”, que siempre afecta a los mismos: al pueblo. Durante décadas hemos visto hacer obras absurdas e inútiles como desperdiciar materiales de construcción en edificaciones estatales que después eran abandonadas, mientras las viviendas se quedaban en los “planes”. Excepto aquellos edificios de microbrigadas , esto también es una historia, porque las microbrigadas se crearon en la década de los 70 por iniciativa de Fidel Castro. La construcción de vivienda se había estancado y la población crecía, se hicieron listas en los centros de trabajo para saber cuántos eran los necesitados de viviendas, los sindicatos y los miembros del Partido eran los encargados de orientar y dirigir este trabajo. Se realizaron brigadas de hombres y mujeres que pasarían a construir edificios, pero no se necesitaba saber del oficio, la “voluntad” era lo importante.
Así marcharon a la construcción cientos de inexpertos, aunque llenos de ilusión. Estar construyendo no te garantizaba la vivienda porque el 33% debía entregarse al estado y las asignaciones a los centros de trabajo era por las listas elaboradas. Asimismo, debían construir algo para el bien social, una escuela, un policlínico, círculos infantiles, alcantarillado, trabajaban de 8 a 6 de Lunes a Sábado y los Domingos toda la mañana.
Calcularon que cada edificio tardaría en terminarse 9 meses. Los nuevos “constructores” siguieron cobrando en sus centros laborales y sus compañeros que se quedaron trabajando debían sacar su trabajo o su producción, otro gran esfuerzo para ” resolver ” los problemas. Lo cierto es que se edificó, no con óptima calidad; en realidad, algunos de esos edificios a día de hoy están bastante deteriorados, junto con apartamentos apuntalados, edificios de muchas plantas sin ascensores y cuando falta el agua la altura es un problema añadido. Las asambleas para la entrega de aquellos apartamentos eran casi una batalla campal, sé de quien tuvo que edificar tres edificios para acceder a su nueva vivienda y, dicho sea de paso, también estos tenían que pagarlos durante treinta años y entregar al gobierno la vivienda que habitaban hasta el momento. El “gobierno revolucionario” nunca pierde.
El pasado mes de Enero se produjo otro derrumbe en La Habana, muchos han dejado fallecidos, pero los habaneros han sufrido bastante porque en este han muerto tres niñas entre 10 y 11 años, quienes salieron de la escuela e iban de regreso a sus casas cuando se desplomó un balcón. Algunos vecinos afirman que el edificio lo estaban demoliendo por la parte trasera, pero ni estaba precintado el lugar, ni tenía señalización alguna. Negligencia, indolencia, descuido, despreocupación… no es posible seguir soportando estas cosas, ni una victima más. La Habana Vieja es Patrimonio de la Humanidad, y la UNESCO ha puesto millones para restaurarla ¿dónde están? la vida de las personas es lo más importante. Díaz-Canel tendrá que hacer algo que resuelva esta situación definitivamente, la tasa de desempleo es alta, la construcción sería una doble solución, pero eso sería en un país que funcionara normalmente.
Familiares de las niñas indignados por las mentiras del periódico Granma, órgano oficial del partido que se expresan en este vídeo:
¿Por qué ocurren estas cosas?