Guinea retrasa el referéndum constitucional

El presidente de Guinea, Alpha Condé, decidió posponer el referéndum sobre la reforma de la Constitución que pretende eliminar el límite temporal de dos mandatos para el jefe del Estado. Con esta medida, Condé, de 81 años, podría presentarse de nuevo para el cargo que ocupa desde hace 12 años. La consulta, prevista para el domingo 8 de marzo, también incluía la elección de los miembros del Parlamento.
La excusa aducida es que la oposición acusa a los funcionarios encargados del registro de los votantes de haber manipulado los datos. A esto se unen las dudas de la comunidad internacional sobre la transparencia del proceso. La Organización Internacional de la Francofonía (OIF), que reúne a los países de habla francesa, ha dicho que no se pueden identificar alrededor de dos millones y medios, de los 7.7 millones de nombres que aparecen en las listas de votantes. Mientras, la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) anunciaron que no enviarían observadores electorales por la falta de garantías que presentaba la consulta. También la Unión Europea ha expresado sus dudas sobre el número de votantes registrados.
El incremento de los nombres en las listas se produjo, principalmente, en la región donde Condé tiene mayor apoyo político, lo que aumenta la incertidumbre sobre la idoneidad del proceso de registro. Al mismo tiempo, si la consulta electoral se llevase adelante, el riesgo de inestabilidad, de nuevas tensiones sociales y de mayores divisiones en la sociedad y en la política guineanas podrían desbordarse, afirman los expertos.
Con anterioridad a este momento, el país se ha visto sacudido por meses de violencia. Al menos 30 personas han perdido la vida debido a la fuerte represión con la que la policía ha respondido a las manifestaciones de los grupos contrarios a la reforma constitucional.
La oposición había pedido la cancelación de la votación. El Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC), que lidera esta protesta, había llamado a nuevas movilizaciones el 5 de marzo para exigir a Condé y a su “clan de la mafia” que dimitan. Evidentemente, no acepta lo que, en principio, solo es un aplazamiento de la jornada electoral y afirma que la lucha continuará hasta que Alpha Condé cumpla con la actual Constitución y abandone el poder al final de su segundo mandato.
Según la oposición, y las enormes manifestaciones que se producen por todo el país así lo demostrarían, la mayoría de la población rechaza la propuesta de Constitución presentada por el actual Ejecutivo y por eso pide la retirada total del proyecto. Por su parte, el presidente Condé justifica la reforma con la afirmación de que la actual Carta Magna del país fue promulgada bajo un régimen de junta militar y de que tiene una gran influencia de la era colonial francesa. Además, añade que su documento moderniza el país y elimina el matrimonio infantil o la mutilación genital femenina. Estos no son los aspectos que discuten los que se oponen a ella, y afirman que estos son temas que se pueden dilucidar con la legislación normal, sin necesidad de un cambio constitucional. Ellos luchan contra la posibilidad que concede al presidente de eternizarse en el cargo.
Alpha Condé se ha visto obligado a posponer el referéndum por la presión interna e internacional, pero no tira la toalla. Eso significa que pronto intentará someter el mismo texto a plebiscito. Mientras, la oposición continuará con su lucha y exigirá, una vez más, la dimisión del presidente. Todo apunta a que se agravará la violencia en el país.