Venezuela con nueva “normalidad” y gasolina dolarizada

Venezuela amaneció el primer lunes de junio con una “nueva normalidad” en medio del aumento de casos de coronavirus y la gasolina dolarizada. El régimen opresor decidió iniciar una nueva etapa de la cuarentena desde junio que implica la incorporación de varios sectores a la vida productiva: bancos, consultorios médicos, construcción, ferreterías, peluquerías, talleres mecánicos, y la industria textil y de calzado.
En las últimas dos semanas los casos de coronavirus se han multiplicado de forma exponencial, pues ya son más de 1500 casos y 11 muertos. No se ha llegado al pico de contagios. Sin embargo, desde el lunes centenares de trabajadores deben confluir en el transporte público, en los bancos, consultorios médicos y hasta peluquerías. El resultado de este ensayo no parece nada optimista tomando en cuenta que más de la mitad del país no dispone actualmente de servicio de agua y hay muchas fallas en el servicio eléctrico.
Pero además de estrenar esa “nueva normalidad” sin agua ni para lavarse las manos, también estrenamos nuevo precio de la gasolina. Luego del Caracazo de 1989 que se originó por el anuncio de aumento de la gasolina, los gobiernos venezolanos tenían mucho miedo de hacer ajustes al costo del combustible, que desde siempre ha sido el más barato del mundo.
Desde el año 2017 Venezuela ha importado gasolina, ya que el desastre gerencial y operativo de Petróleos de Venezuela (PDVSA) paralizó las refinerías. Debido a eso y a las sanciones financieras en medio de la cuarentena la crisis de la gasolina se ha hecho evidente con largas filas de coches, que pasan días y noches esperando para cargar. No obstante, Irán mandó cinco buques con más de un millón de barriles de gasolina para superar la crisis del combustible que ha paralizado al país, en medio de la pandemia por el coronavirus.
El régimen dijo que pagó en dólares la gasolina iraní, porque sabemos que el petro es una moneda que solo existe en la imaginación de Maduro. Los negocios internacionales se manejan con dólares y, por lo tanto, en su lógica, debe cobrarla en dólares a los venezolanos que la consuman, para lo cual pidió “comprensión y apoyo”. El equipo de genios del Ejecutivo decidió implementar un aumento de la gasolina con un sistema dual excluyente, nada socialista y a precio “internacional”.
Por un lado, los venezolanos tendrán derecho a 120 litros de gasolina al mes, que surtirán en algunas estaciones de servicio, por cinco mil bolívares cada litro. Es decir, que deberás pagar 600 mil bolívares al mes por 120 litros de gasolina, lo que representa el 75% del salario mínimo integral que se ubica en 800 bolívares mensuales (cuatro dólares).
Para acceder al beneficio de esa gasolina “subsidiada” los venezolanos deben registrarse en el llamado carnet de la patria, el sistema de control social a través del cual se ofrecen bonos y otros “beneficios socialistas”.
Ahora bien, además de la gasolina subsidiada, también se habilitaron estaciones de gasolina para surtir combustible a precio internacional, donde el litro costará 0,50 centavos de dólar. Es decir, que para cargar unos 40 litros de gasolina deberás pagar 20 dólares.
“Quiero anunciar una nueva modalidad de pago, hemos dispuesto 200 estaciones de gasolina para que vendan libremente el producto Super Premium al precio internacional en divisas y Petro, el precio será 0.5$ el litro”, anunció @NicolasMaduro pic.twitter.com/DCANTAHMdY
— Prensa Presidencial (@PresidencialVE) May 31, 2020
En un país donde el salario mínimo apenas representa 4 dólares y tiene una inflación acumulada este año de 341%, Maduro realiza un aumento en el precio del combustible a través de un sistema dual excluyente, porque sin carnet de la patria no podrás acceder a la gasolina subsidiada, en medio de una pandemia y con una crisis de servicios básicos sin precedentes.
Fue la manera que encontró el régimen madurista de extender la duración de la gasolina iraní, porque la producción de combustible en suelo patrio luce muy lejana. Es también una manera de acabar con las largas filas, porque no todo el mundo podrá pagar ni siquiera la gasolina subsidiada. Pero además, es una manera de generar un nuevo oficio: bachaquero de gasolina. Ahora la “potencia petrolera” sobrará la gasolina a precio internacional en dólares, pero sigue manteniendo el salario mínimo en cuatro dólares al mes.
El Caracazo ocurrido en 1989 por tan solo el anuncio de un aumento de gasolina no volverá a ocurrir, pues nos han desmoralizado tanto que hasta las ganas de protestar nos robaron. Mientras en Estados Unidos queman estaciones de policías porque asesinaron a un afroamericano, aquí siguen asesinando a un país y nosotros no reaccionamos. Maduro parece encaminar a Venezuela hacia un holodomor tropical.