¡Menos aplausos y más insumos médicos!

Pasadas las ocho de la noche se escucharon algunos aplausos tímidos en el piso dos. Al rato sonaron algunas cacerolas y las respectivas mentadas de madre al inquilino del palacio de Miraflores en Caracas.
El Gobierno de Maduro convocó un aplauso de un minuto a las ocho de la noche del domingo para homenajear a los médicos venezolanos por su entrega para atender a las víctimas del coronavirus.
Han fallecido más de 30 médicos venezolanos en medio de la pandemia. El gremio ha denunciado que no cuentan con los equipos de protección necesarios. Los hospitales no tienen agua ni insumos mínimos indispensables para atender la emergencia sanitaria. El colapso sanitario está en pleno desarrollo.
Por eso los médicos no quieren aplausos, quieren insumos y salarios dignos para trabajar mejor.
El aplauso no me protege… por cierto las miserias de sueldo tampoco #Venezuela #MedicosRequierenEquiposDeProteccion
— Biby Bales (@bibybales) July 27, 2020
Mientras que fracasaba la convocatoria al aplauso para los médicos que solicitó el régimen, en mi casa se repetía una escena que ya se ha hecho común: un grupo de vecinos baja y se sienta en sillas improvisadas alrededor de una mesa de plástico. Sacan el dominó. Media caja de cervezas. Y entre chistes, risas y tragos, juegan hasta altas horas de la noche. La escena sería normal en una situación “normal” y sin coronavirus. Pero con la pandemia creciendo, ver a los vecinos irresponsables hacer una fiesta del juego cada noche, resulta indignante y aterrador por las consecuencias que pueda generar.
Por obra y gracia llegó una patrulla de la policía municipal. Les ofreció un discurso sobre la importancia del uso de la mascarilla y del respeto a la cuarentena. Estuvieron más de media hora conversando con los vecinos jugadores. Se levantaron de sus sillas improvisadas, tomaron la mesa y las botellas, y se retiraron del lugar. La patrulla policial también se retiró.
No es la primera vez que los vecinos se apropian de la calle en plena cuarentena, sin mascarillas, para jugar o tomar licor. Tampoco es la primera vez que viene la policía y les da el discurso respectivo de “responsabilidad ciudadana”. Y, francamente, tampoco creo que sea la última vez.
En la fila para pagar la compra en el supermercado o en la farmacia siempre las personas se aglomeran, no respetan la distancia. Usan la mascarilla de gargantilla o de cintillo. Y cuando reclamas se molestan.
La inconsciencia y la irresponsabilidad de esa minoría de seres jode el esfuerzo que hacemos la mayoría por respetar la norma, cuidarnos para cuidar a nuestra familia y entorno.
Y quien termina atendiéndote si te contagias, quien está en la primera fila de esta guerra, es precisamente el personal sanitario que hoy no quiso un aplauso. Hoy pide respeto e insumos para poder atender a los pacientes.
Sin el personal de salud está epidemia va a arrasar a la población por eso #MedicosRequierenEquiposdeProteccion pic.twitter.com/1wa6AGKb28
— Geralldynne Aular (@geralldynne) July 27, 2020
Van más de quince mil casos de coronavirus en Venezuela y más de 146 muertes. Caracas sigue estando a la cabeza de las ciudades más afectadas del país. Maduro decretó una “cuarentena radical”, pero los venezolanos deben salir a diario a cargar agua, buscar gas, hacer fila para la gasolina, ir a producir el dinero para completar los dos dólares de salario mensual, y poder comprar alimentos para intentar sobrevivir a la hiperinflación, al régimen, a la falta de servicios básicos y al coronavirus…