Aumentan las muertes por “neumonía” en Venezuela

Jorge Luis tenía 47 años, dos hijas y una esposa. Era administrador, pero ejerció para crear su propia empresa. Tenía un comercio de artículos para el hogar y con ese emprendimiento crio a sus hijas. Una se acaba de graduar en la secundaria y la otra ya está en la universidad. A mediados de julio, cuando regresaba de hacer las compras de alimentos, llegó a casa empapado por un aguacero que había caído esa mañana.
A los tres días comenzó a sentirse mal: fiebre, dolor de cabeza. pérdida de apetito, dificultades para respirar… En un hospital público le administraron un tratamiento endovenoso para la deshidratación y el dolor. Además, le inyectaron ceftazidima y la prueba rápida de coronavirus fue negativa. Jorge Luis se fue a su casa a cumplir el tratamiento estricto, pero no mejoró. La sensación de asfixia se mantuvo y dos semanas después murió por “neumonía”.
Una amiga que vive en el estado Anzoátegui, al este de Venezuela, me llama para contarme que tiene diagnosticada una “neumonía”, pero que tiene todos los síntomas del coronavirus, y que está segura que se contagió cuando llevó a su hijo a una consulta médica. Su hijo está bien, pero ella tiene dificultad para respirar, fiebre y pérdida del olfato. Tiene miedo de que la hospitalicen y sea peor. Por eso se aisló en su casa, para cumplir tratamiento.
En una semana, la morgue de Barcelona, capital de Anzoátegui, ha recibido 47 cadáveres con diagnóstico de neumonía, una patología que no era frecuente en esta zona del país. “Algunos de los familiares de las víctimas comentaron que estas no estaban enfermas, pero de un día para otro presentaron fiebre alta, tos y dolor en la garganta. Dijeron que los médicos les informaron que fallecieron por neumonía”, señala el diario El Tiempo.
Aumentan los casos de “neumonía”, que no son diagnosticadas como coronavirus. Esos 47 cadáveres no ingresan en las estadísticas oficiales de la COVID-19, porque no se les hizo prueba. A su vez, han aumentado las muertes por paros respiratorios con síntomas de coronavirus, pero sin ser diagnosticados como tal. Los médicos venezolanos han alertado que resulta insuficiente que existan solo dos laboratorios que procesan las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para todo el país.
Una persona contagiada en la zona este de Venezuela, debe tomarse la muestra y enviarla para análisis de laboratorio en Caracas, que luego envía el resultado. Es un proceso que tarda muchos días, y a veces cuando el resultado llega el paciente ya ha fallecido.
El proceso de confirmación de muestras se ha convertido en un cuello de botella y aunque hay otros laboratorios en otras zonas del país que se han puesto a la orden, las autoridades sanitarias se han negado, lo cual ralentiza las estadísticas oficiales.
Mientras que América Latina se convierte en el epicentro de la pandemia con más de cinco millones de casos, Venezuela mantiene más de 18 mil casos, según cifras oficiales. Unos números que son muy inferiores a las de sus vecinos de Brasil (más de dos millones) y Colombia (más de 300 mil). Sin embargo, todos sabemos que en Venezuela son más casos, más muertes, aunque no sabemos cuántos.
Pero el show debe continuar. El régimen de Maduro inauguró un supermercado iraní en Caracas, con una mayoría de productos de Irán. Todos se venden en dólares y con apenas cuatro días desde que se inauguró, ya tiene su primer empleado con COVID-19.
Amanecerá y veremos…
EN EL MARCO DE LA #CuarentenaRadical
A 4 días d la inauguración del Supermercado iraní Megasis se reportó 1 trabajador contagiado d Covid-19 d 25 años q se encargaba d organizar los productos en los pasillos fue diagnosticado en local donde le realizaron la prueba rápida pic.twitter.com/ja27QvdL1a— Sol Rojas (@sol651) August 1, 2020