Venezuela, sin gas doméstico

Cuando era pequeña, pasábamos varios días de vacaciones en la hacienda de mi abuela, ubicada en los llanos venezolanos, alejada del ajetreo y ruido de Caracas. Llegábamos a un campo pleno de oxígeno y vida animal y vegetal. No había las comodidades de la ciudad. No había teléfono ni agua directa. Se obtenía el agua de un pozo. Tampoco había gas. Pero para una niña de 6 años la hacienda era el paraíso.
Mi abuela tenía una cocina de queroseno y un fogón a leña. La mayoría de la comida la hacía en el fogón. Siempre había mucho humo y la casa olía a leña. Con los años, a la hacienda llegaron una gran cocina de gas y el agua directa. La leña se reservaba sólo para la parrillas o asados familiares.
40 años después, en Caracas hay personas cocinando con leña. Pero no sólo en Caracas, en el interior del país la población, desesperada, ha salido a protestar para exigir la provisión de gas, tan necesario e indispensable como los propios alimentos.
El uso de leña para cocinar en las zonas rurales de Venezuela se ha elevado al 97% en el ùltimo mes por la falta de gas domèstico sugùn estudio de la Red Agroalimentaria Venezolana. Mientras tanto, el règimen trata de controlar las crecientes protestas con mentiras y represiòn.
— Freddy Aray (@FreddyEA1) October 31, 2020
Mi tía, que vive en el estado Guárico, lleva dos meses cocinando con leña en el patio de su casa porque no hay gas. Salieron a protestar y cerraron las calles y vías. Asimismo, en Cojedes, Zulia, Maturín, Puerto La Cruz, Mérida, Acarigua y Amazonas, han protagonizado manifestaciones por el gas, completamente ignoradas por las autoridades.
#Amazonas | Una protesta por falta de gas doméstico, con el cierre de la vía principal, realizaron residentes de la comunidad Puente Cataniapo, alegando que se cumplieron tres meses desde que la empresa Gas Comunal se llevó los cilindros #30Oct https://t.co/kYqR3mxhbb
— El Pitazo (@ElPitazoTV) October 31, 2020
Mi amiga Beatriz, que vive en un apartamento del centro de Caracas, tampoco tiene gas, pero no tiene suficiente espacio para encender una fogata de leña, así que ha improvisado un fogón con carbón en el balcón de su apartamento. “Yo no he podido comprar una cocinita eléctrica portátil, apenas cuestan 10 dólares pero no los tengo, así que tengo un pequeño fogón con carbón en el balcón para cocinar lo básico, mientras llega el gas. Es inaudito que estemos viviendo esto, no me imagino lo que sufren los abuelitos o la gente con niños pequeños”, me contó Beatriz.
?️ #28oct | Vecinos trancan la avenida Sucre de Caracas, cerca de Miraflores, en protesta por la escasez de gas.
ℹ️ @CarlosJRojas13 pic.twitter.com/G7JBAjgD2O
— Servicio de Información Pública (@infopublicave) October 28, 2020
El cinismo de algunas autoridades ha llegado al punto de recomendar a la población cocinar con leña “mientras se resuelve el abastecimiento de gas”. Mientras en otros países se investiga sobre energía renovable, en Venezuela seguimos esperando una bombona de gas doméstico.
Andrés Velásquez: El descarado cinísmo de quienes usurpan el poder no tiene límites. Ahora recomiendan cocinar con leña: anuncian operativos para entrega de leña a la población. Seguimos descendiendo. Esto tiene que parar.
— Radio Caracas Radio (@RCR750) October 24, 2020
Según Petróleos de Venezuela (PDVSA), el país cuenta con 197,1 billones de pies cúbicos de gas natural en reservas probadas, cifra que la ubica en el octavo lugar a escala mundial. Lo que no nos queda claro es exactamente dónde está esa reserva gasífera.
El régimen de Maduro dirá que todo es culpa del bloqueo de EEUU, pero la verdad es que la falta de mantenimiento y de inversiones paralizó la empresa petrolera. Lo hizo hasta el punto de que ni siquiera es posible la extracción de petróleo por la falta de maquinaria y de personal calificado, que en su mayoría ha renunciado para irse del país a ganar sueldos dignos en cualquier otra parte.
Durante la pandemia, el colapso de servicios básicos se ha agudizado y solo en agosto hubo más de 700 protestas en todo el país, según las estadísticas del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. En ellas, se demandó gas, electricidad, agua y gasolina.
La organización HumVenezuela publicó un informe la semana pasada según el cual el 90% de los venezolanos no cuenta con ingresos suficientes para adquirir alimentos, y casi 23 millones viven en pobreza extrema.
Los últimos años en Venezuela han sido una especie de viaje en el tiempo, de regreso a 50 años atrás. Un retroceso, un agujero negro en el tiempo, que nos ha dejado en la orfandad y la nostalgia de lo que alguna vez fue una de las naciones más prosperas de América Latina.